28 de noviembre de 2010

En el jardín de Sor Ángela

En el jardín de Sor Ángela ya no florece la buganvilla. Se acerca el Invierno y lo que antes era una techumbre verde y rosada es ahora una rama desnuda bajo el cielo plomizo del mes de Noviembre.

Desde su rinconcito de la plaza de Santa Lucía ve como pasan las horas, los días, la vida… ese rinconcito de paredes encaladas, celosía verde, maceteros en alto y jazmines dormidos que es también recuerdo de una Sevilla que nunca más ha de volver.

Lejos queda el ajetreo de los eternamente ocupados veladores del Trini, el ir sin venir de los coches por el único sentido de la antigua Arrebolera, las aspiraciones de los vendedores de trastos usados por sacar algún eurillo de más en el Cash- Converter y las colas de japoneses a las puertas del Palacio Flamenco rechazando de paso el abanico que intenta endosarles el gitanillo de turno.

También lejana, pero en la memoria, está la placita de albero y adoquines que vio sus primeros pasos, ahora un aparcamiento en doble fila, triple o las que hagan falta, donde fuman sus pitillos a escondidas las niñas del Beaterio antes de entrar en clase.

Por no hablar de Santa Lucía, la iglesia donde fue bautizada y que por motivos de espacio, del poco espacio de su jardín, quedó para siempre a su espalda. Tampoco es de extrañar ya que ese parecer ser el sino de este viejo templo: que siempre le den la espalda.

Sin embargo, poco importa lo mucho que han cambiado las cosas a su alrededor, que sea ajena a un mundo que a fin de cuentas es prácticamente ajeno a sí mismo; Sor Ángela, como ha sido siempre, regala desde su pedestal de granito la mejor de sus sonrisas a todo aquel que asoma al pequeño jardín, ahora tan desangelado. Nada más tiene que ofrecer, nada más se necesita.

9 comentarios:

  1. Entrada breve, nostálgica, pero muy bonita y con buen contenido. Como tú mismo has escrito alguna vez, algún día "nuestros hijos" agradecerán tu dedicación en este blog. Por lo pronto, te la agradezco yo.

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  2. Sor Ángela siempre regala tanto, ...

    Estupenda entrada

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  3. Qué maravilla de entrada, de esas que emocionan con sinceridad y cercanía.

    Un fuerte abrazo.

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  4. Durante muchos años mi calle más odiada de Sevilla era Goyeneta: su firme, sus pestes, su soledad, su suciedad, etc.
    Desde que vivo en San Julían ha pasado a ser esta calle Santa Lucía, que ahora me parece se llama de otro modo. Es insufrible para los que la tenemos que usar como una de las muy pocas entradas al barrio que tenemos habilitadas.
    Esto anterior no desmerece la grandeza de tu entrada.
    Un abrazo

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  5. Saliendo de la calle Socorro, cuando me recogían del cole, recorríamos ese entramado de calles, me cruzaba con las Trinitarias fumadoras, e ignoraba mucho de lo que ahora cuentas…

    La historia está ahí, pero no siempre sabemos verla…

    Kiss

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  6. He creado un humilde blog espero que lo visites y que te guste http://nazarenodesanjuandelapalma.blogspot.com/

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  7. Precioso retrato del entorno donde Sor Ángela vio la primera luz.

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  8. Hoy después de una larga ausencia he pasado por aquí. Ahora que se acerca la navidad ya sabes que es la época en la que más curro.
    Bonita entrada. Por lo menos en tu blog la gente puede recordar cosas que ya no están o siguen estando pero nadie la recuerda o .............. Bueno, que un beso.

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Comentarios: