
Un inmenso cortijo plantado de frutales que hoy es uno de los pulmones de la ciudad, vías del tren que hoy prolongan la calle Torneo... y ningún Puente para unir las dos orillas.
Así era la Zona Norte de Sevilla antes de la Expo'92.

Antes de que se levantara la Estación de Trenes, la zona estaba ocupada por algunas instalaciones ferroviarias diseminadas por que aún quedaba del Prado de Santa Justa.

Dos Puentes para unir Calzada y San Bernardo con el resto ciudad, una Estación de Trenes para hacer lo propio con el resto de España... y una autopista de acero para dividir Sevilla en dos mitades.
El antes y el después de una de las zonas que más se transformó con la Expo'92, tanto que aún hoy parece que no ha sido capaz de asimilar muchos de esos cambios a nivel urbanístico.
El antes y el después de una de las zonas que más se transformó con la Expo'92, tanto que aún hoy parece que no ha sido capaz de asimilar muchos de esos cambios a nivel urbanístico.

Campos de labranza y terrenos baldíos rodeaban a principios de los año 80 la Cartuja, un antiguo monasterio que en el siglo XIX había sido transformado en fábrica de porcelana y loza tras su desamortización.

Quizás fuera la transformación más espectacular que tuvo Sevilla de cara a la Expo'92: deshacer el Tapón de Chapina y, de paso, reencauzar el Río ganando la calle Torneo para una ciudad que, casi un siglo después, volvía a mirar hacia la Cartuja.
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