Es el último grito. No se conoce barrio, calle o plaza que en los últimos tiempos no haya ampliado su vecindario con un auténtico perrito Yorkshire, con pedigrí, claro. Tamaño mini, extramini, megamini, ultramini, maximini, el perrito Yorkshire es lo más de lo más.
Cuanto más pequeño, mejor. Cuanto mayor sea su árbol genealógico, mejor aún. En sus múltiples variedades de pelos, orejas, rizos, medidas, el perrito Yorkshire, con pedigrí, claro, es la estrella de parques y jardines.
El vecino gamberrete que hace años mataba gatos a pedradas, el viejo cascarrabias que embadurnaba a sulfuro los alcorques de los naranjos, la huraña metomentodo que no paró hasta que se prohibiera la entrada de perros en el ascensor, todos pasean hoy orgullosos sus perritos Yorkshire, con pedigrí, claro; todos recogen orgullosos sus caquitas o miran de reojo hacia otro lado cuando el perrito Yorkshire, con pedigrí, claro, arquea el esternón y pone carita de circunstancias; todo vale, todo es gracioso, todo se perdona si está detrás un perrito Yorkshire, con pedigrí, claro. La vida es mas agradable si a nuestro lado tenemos un perrito Yorkshire, con pedigrí, claro.
Supongo que aún no habrán retirado el cadáver del Carlino negro que ayer estaba en la cuneta de la N-IV a su cruce con El Torbiscal. Reyes indiscutibles de otras temporadas perrunas, como también lo fueron en su momento los White Terrier, los Cockers o los caniches, hoy son en su mayoría juguetes rotos, igual que esos pekineses de ojos rasgados que ostentaron durante muchos años el número uno del perrito Yorkshire. O los Husky siberianos de la Alfalfa con medio metro de lengua fuera pasando lo mas dignamente posible las calores veraniegas de Sevilla. ¿Qué ha sido de ellos? ¿Dónde están?
El abandono es una de las muchas caras que presenta la Operación Salida, aunque no aparezca en los dispositivos especiales de tráfico, ni en los anuncios de la DGT, ni se utilice para hacer estadísticas de fallecidos. Es una cara invisible, cruel, egoísta, que tiene una primera y única parada en el arcén de la carretera y, casi siempre, un triste y silencioso final.
Quizás ése sea el principal problema: el silencio. No quiero ser demagogo, evidentemente no voy a comparar un perro con las muchas personas que se dejan la vida en la carretera, pero creo que no estaría de más tener una cierta sensibilidad con el tema. Seguramente habrá alguna legislación peregrina al respecto pero, ¿se aplica? ¿de qué vale? Todos sabemos como funciona este bendito país, donde suelen prohibirse las cosas sólo para que los de siempre puedan justificar su sueldo por si Santa Bárbara truena. Si no pasa nada, mejor: tan tranquilos.
Y así, todos los años, se vuelve a repetir la misma historia: hoy son los perritos Yorkshire, con o sin pedigrí, ayer los Labradores, anteayer los Samoyedos. Hoy usted puede encontrarse un perrito Yorkshire en cualquier calle, un Labrador con suerte; para ver un Samoyedo hay que ir al Arca de Noé.
Son los restos de otras temporadas caninas, stock anticuado, caprichos que hoy no quiere nadie, con o sin pedigrí, regalos sorpresa que ahora incomodan e incluso dañan la vista, que no tienen lugar en ningún rincón de la casa ni del alma.
Porque desgraciadamente muchos no terminan de enterarse de que las modas son para las pasarelas: con una vida no se juega, aunque sea la de un perro. Con o sin pedigrí.
En la imagen Lay, la perrita Schnauzer de mis padres, otra raza que ahora parece estar de moda.
Sencillamente magnífica la entrada. Damos pena, querido amigo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Chapó amigo. Lo malo de esta moda es que perdura
ResponderEliminarLamentable el abandono animal. Ayer lo trataba también el amigo Sevillatequiero en su entrada.
ResponderEliminarEn casa, como sabes, hay una yorkshire, con pedigrí por supuesto, que seguro que nunca será abandonada pues es un motivo de alegría para todos nosotros.
Hoy colgaré una entrada en la que cuento lo que pasó con otra yorki anterior a Waqui.
Un abrazo.
Pobrecitos, es terrible.
ResponderEliminarUn abrazo, General.
Hace aproximadamente casi dos meses mi sobrina se encontró bajo un coche una cachorrita, aún tenía los ojitos cerrados. Ella la ha estado cuidando hasta que por fin, después de muchos correos por mi parte tanto al Arca de Noe como a otras instituciones contacte con una chica de Cadiz que es "casa de acogida". Hace muy poquitos días esta chica de Cadiz me informa que ya tiene un adoptante definitivo, la perrita se va para Madrid a una buena casa. Ante cualquier protectora firmarán el contrato para no poderla volver a abandonar
ResponderEliminarElla a tenido suerte pero muchos quedan en esta época del año tirados en una cuneta.
En el Parque Miraflores hay varios abandonados y cuando los veo...... es que no se que hacer, no me los puedo llevar a casa, les llevo pienso de Zeus y estoy un ratito con ellos, más no puedo hacer. La gran mayoría de estos perros son los que se regalan por Navidad y Reyes.
Y como dice mi ahijado Juanma "damos pena" porque ellos "nunca nos abandonarían"
No comprendo como pueden abandonar un animal, al que hace esto es más animal el que abandona, que el abandonado. Hace diez años se presentó mi hijo en casa con un gatito común nada de pedigri, el clásico gato blanco y negro, pues aqui está siendo uno más de la familia. Hace dias lo llevé al veterinario para su vacunación reglamentaria, teniendo un peso de once kg.
ResponderEliminarPero si abandonan a los abuelos, en las Urgencias de los Hospitales, para irse de vacaciones, ¿que no harán con sus mascotas, estos animales?, porque ese es el calificativo que se merecen, Alberto
En casa no hemos tenido perro. Mi hermano siempre ha deseado uno, a mí madre no le gustan especialmente… Por eso tal vez, su postura es más coherente, en la vida lo habría abandonado, por principios, pero si no te gustan, no es bueno que los adoptes como moda o complemento, como tú dices.
ResponderEliminarUna pena que la gente no sepa asumir las responsabilidades que ellos mismos se adjudican….
Kisses y un besito a Nerón hoy que el equipo del dueño no se ha lucido especialmente…
La cosa es asi, un perro para el publico en general es un juguete y punto. Es gusto tambien recordar que en el caso de los nuevos pijosjipis o perroflautas con papa forrado es un complemento al igual que sus rastas y llevan al perro cual collar o bolso de marca.
ResponderEliminares triste pero es asi un perro para la sociedad actual es un complemento de moda o un juguete.
y ya para que hablar de la educación asquerosa de la mayoría de sus dueños que llevan a orinar a sus canes a la puerta de la casa de los demás.
creo que el lugar del os perros no es la ciudad.
ANIMO CON EL BLOG ESTA MUY BIEN.