…Y se presentaron al casting de Gran Hermano.
Porque estamos de enhorabuena: nuestra querida España, esa España nuestra de charanga y pandereta, no solo tiene su infalible mañana y su poeta, ahora también tiene un programa de televisión. Nada más y nada menos que 60.000 almas quieren entrar en el próximo reality de Telecinco, cifra parecida al número de estudiantes que han hecho la Selectividad este año, por ejemplo. Ole, con ole y olé!
De la misma forma que 300 espartanos acompañaron al rey Leónidas a morir en las Termópilas, 60.000 españolitos están dispuestos a ser expulsados por Mercedes Milá de la casa de Guadalix. Por fin, a base de nominaciones, insultos y coitos televisados, hemos conseguido forjar el que podríamos denominar “nuevo sueño español del siglo XXI”: ganar un pastón en prime time sin tener que hacer nada, como mucho gritar.
Entre quien entre en la casa, pueden estar tranquilos porque de momento hay cuerda para rato con estos 60.000 futuros periodistas que intentarán convalidar sus asignaturas mediante polvos y broncas; 60.000 jóvenes en celo dispuestos a fornicar bajo un edredón mientras imploran el perdón de su abuela; 60.000 portadas de Interviú; 60.000 tertulianos preparados para despotricar de todo lo que se mueva; 60.000 calientabraguetas de discotecas de pueblo; 60.000 nuevas piezas a incorporar al muestrario de carnicería barata y trapitos de moda fashion; 60.000 demandas judiciales para los Juzgados de Plaza Castilla; 60.000 boquitas prestas a patear diccionarios y libros hasta rozar el ridículo; 60.000 bestiajos que justificarán sus exabruptos recitando el “todo se magnifica dentro de la casa”; 60.000 aprendices de famosillo capaces de vender a su madre por sentarse en un plató; 60.000 cobayas de algo que vendieron como experimento sociológico y que al final no es mas que un sucio contenedor de telebasura; 60.000 cuentapolvos a sueldo y saldo… Y paro ya, que a este paso va a parecer la entrada a una canción de Sabina.
Si muchos demandaban una respuesta de esta sociedad frente a la crisis que estamos padeciendo, creo que hay poco más que decir: ahí van 60.000 respuestas, y olé.
En fin, que cada palo aguante su vela. ¿Sabe usted que nunca vi una edición de GH? Nada, ni siquiera la primera.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
!Ostras! y mis hijos sin enterarse. Solo piensan en que el curso está a la vuelta de la esquina. Que este año es más dificil. Que a ver si los papeles de la beca estan bien escritos. Que la calculadora tienen re cambiarla. Que le gustan lo que estudia. Que ....
ResponderEliminarUn apreton de manos.
Pues que desperdicio para la sociedad.
ResponderEliminarAl igual que Juanma nunca he visto un programa de estos, no porque no se vean en casa, por la verguenza ajena que me producen.
Un abrazo.
Lamentable todo esto de la telebasura.
ResponderEliminar¡Que juventud con tan pocos valores!
Me gusta leerte. Saludos. Ana .
Que cosas… como dice El Naranjito, yo en mi casa, matriculada y esperando ser becada, pensando en que se me acaba la libertad, en que me tengo que agenciar un bonometro y cosas de esas…
ResponderEliminarLo peor de todo es que lo mismo hasta conozco a algunos que han ido al casting… espero que no lleguen muy lejos, no podría soportar conocer a alguien que esté ahí dentro…
Kiss
Se está imponiendo en la sociedad la idea de que lo importante es llegar al estrellazo, más que cómo se llega. Si además ese ascenso está relacionado con la televisión, Huston, tenemos un problema. Bueno, en este caso sesenta mil problemas.
ResponderEliminarSaludos.
Confieso que me enganché a los primeros programas de Gran Hermano sobre todo a uno de ellos cuando mi madre aún vivía y se llevaba toda la noche despierta y yo para no dormirme me ponía el canal de 24horas en directo.
ResponderEliminarPero han cambiado mucho, ya no son los jóvenes novatos que eran antes, ahora ya saben a donde van y la forma de vender más su imagen y dar que hablar.
Saludos
Y Olè con Olè, màs Olè! El nùmero de personas que no tienen nada que hacer (¿o perder?)varìa segùn los lugares, aunque siempre y toda vez son decenas de miles. Lo que no cambia Amigo, son esos seductores "15 minutos de fama" por lo que se mata y muere. Demàs decir que la "fama" goza de tanto aprecio que no importa si viene acompañada del adjetivo "mala", y para ganarla se requiera canjearla por la dignidad.
ResponderEliminarAlgunos horrores contemporàneos como el GH no se le hubieran ocurrido ni a Bradbury...
Un Abrazo!
Eres un fenómeno, casado, pero fenómeno.Me ha gustado lo de Sabina, ah, y enhorabuena por lo del 3 de Julio, aún no os las había dado.
ResponderEliminarMuchos besos, Mer
Germán de Gran Hermano ha desaparecido http://bit.ly/cgjTPL
ResponderEliminarMás razón que un santo tiene usted. Qué pena de programa, qué distinto a aquel primero con gente normal que mantenían una convivencia normal.
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