6 de marzo de 2008

La Piel se vuelve áspera

Sevilla es una ciudad que en muchas ocasiones peca de conservadora. Cuanto más viejo, más inmovilista y más tradicional sea todo parece que mejor le sienta al sevillanito de oficio.

Por eso, cuando en el verano de 2004 José Carlos Mariñas ganó con su proyecto “La Piel Sensible” el concurso convocado por el Ayuntamiento para remozar el diseño urbano obsoleto y, ante todo, feo del entorno Alfalfa-Salvador, la noticia fue tomada por mucha gente, yo el primero, con bastante optimismo, pero también con ciertas dosis de reserva.

Un proyecto que unificara el entorno disgregado, incómodo y anticuado de la zona en cuestión era necesario, podríamos decir que imprescindible, para una ciudad que pretende ser escaparate y foco de atención de un turismo basado principalmente en la oferta cultural. Y lo que había en esa época en Alfalfa, Plaza del Pan, Pescadería y el mismo Salvador no era precisamente el mejor reclamo para dicho turismo.

Así pues, se convocó un concurso, cosa normal en estos casos, se falló el mismo, cosa que también entra dentro de lo habitual, y, para incredulidad de muchos, se iniciaron las obras, lo cual ya es mas complicado en esta bendita tierra.

Y el mas difícil todavía: se terminó una primera fase, Plaza del Pan-Pescadería (y aledaños), e incluso una segunda, con la reurbanización de la Plaza de la Alfalfa, y lo que ya era de locura es que incluso el proyecto seguía siendo respetado, sorteando las visiones apocalípticas de los de siempre acerca de farolas, bancos, pavimento y demás mobiliario urbano criticable o susceptible de ser criticado.

Pero claro, a la tercera fue la vencida y en esta última fase, la que tocaba la Plaza del Salvador, la Piel Sensible, que de esquivar obstáculos y críticas poco menos que se había convertido en la Piel Escurridiza, ha tocado hueso, o lo que es lo mismo, se ha topado con el señor Alcalde.

Farolas fernandinas (maniático este hombre con estas farolas…), bancos de forja, verja de la Iglesia a ras de suelo y sobre todo, la sustitución del pavimento original del proyecto por adoquines, tal y como se encuentra en la actualidad, han dado el estoque final al proyecto y, lo que es peor, han echado por tierra estos 4 años de obras, ya que, de seguir adelante las ideas del señor Monteseirín, finalmente tendremos otra vez lo mismo que antes, solo que mas nuevo.

Porque si la idea del proyecto y el motivo por el que fue convocado el concurso era unificar estética y funcionalmente el entorno y hacerlo un elemento común, con las nuevas decisiones del Alcalde no solo se da un paso atrás, sino que no se hace nada de esto, ya que volvemos básicamente al punto de partida, con distintos espacios urbanos de distinta estética y de distinto tipo; que en vez de 5 plazas distintas tenemos ahora 2, vale, pero nadie me va a quitar de la cabeza que finalmente todo ha sido un simple lavado de cara. Como siempre.

5 comentarios:

  1. Tu si que sabes aladid de la progresía. Sálvanos de los señoritos de patillas y chaqueta azul! Enseñanos el camino en tu blog, viva!!!

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  2. Lo siento, para eso estan los politicos. Yo simplemente expreso mis opiniones.
    Y por cierto, aladid no existe, si acaso "adalid".

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  3. Si, es adalid, lo escribí mal.

    Por cierto a Silvio le gustaba mucho la Semana Santa...

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  4. Es normal que a Silvio le gustara la Semana Santa. Era un genio.

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  5. Por fin un blog sobre Sevilla sin prejuicios, manias decimononicas, seguidismo absurdo a todo lo que planteé Antonio Burgos y catetismo como forma de autoafirmación.

    Enhorabuena dugueclin. Te has ganado un lector.

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Comentarios: