Se avecina nueva huelga de Tussam. Si ya nos salvamos el Viernes de Dolores, parece que nos vamos a tener que hacer a la idea de ir en taxi o a pie a la Feria de Abril.
Es innegable que Sevilla es una ciudad eminentemente tradicional; desde que se limpia el último caramelo de la Cabalgata, costumbres y tradiciones, la mayoría de ellas centenarias, se entroncan y prácticamente definen el ciclo vital de la ciudad: carnavales (aunque haya que desplazarse, se pueden considerar un elemento más del folklore sevillano), la Cuaresma y todo lo que conlleva (besamanos, besapies, traslados, via crucis), la Semana Santa, la Feria, San Fernando, el Corpus, el Rocío, la Virgen de los Reyes...
Estos últimos años parece que los conductores de Tussam intentan abrirse un hueco en el almanaque festivo de la ciudad, ya que poco menos que han hecho de las protestas en Semana Santa y sobre todo en Feria una nueva tradición. Parece que no tienen otras fechas, porque no falla, es empezar a oler a incienso y automáticamente sale la convocatoria de huelga.
Tendrán sus motivos (que los tienen) pero al final siempre terminamos pagando el pato los mismos, que somos precisamente los que menos culpa tenemos y los que mas podríamos quejarnos, porque puestos a exigir, el trato que ofrecen los conductores de autobuses a los usuarios no es que sea precisamente para enmarcar. Y si hablamos de retrasos, horarios, etc nos tendríamos que poner todas las semanas en huelga.
De todas formas, una gran duda me queda: si el consistorio es incapaz de solucionar los problemas de los dos únicos colectivos de transporte público (autobuses y taxistas) que hay ahora mismo en la ciudad, miedo me da pensar en lo pasaría si alguna vez llegan a entrar en escena los conductores del metro… O bueno, quizás sea esa la clave del eterno retraso de la inauguración de éste…
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