Lo de solucionar los problemas de movilidad en la isla de la Cartuja va camino de convertirse en algo así como la tanda de preguntas del “Un, Dos, Tres”, ya que dependiendo de a quién se le pregunte y el momento en que se haga obtenemos una respuesta nueva.
Puentes, paradas de Metro, de Cercanías, de tren electromagnético, de bus fluvial… hasta llegó a desempolvarse meses atrás el mismísimo Monorraíl, que desde hace años duerme el sueño de los justos junto a Curro y la Jumbotrón.
Ayer escuchamos la última solución aportada en boca de Isaías Pérez Saldaña, presidente de Cartuja 93, que propone un sistema de alfombras mecánicas que transporten pasajeros desde la estación del Cercanías, cuando se haga, hasta las puertas de la Torre Pelli, cuando se haga.
Perdonen mi ignorancia en la materia, pero supongo que estamos hablando de mecanismos parecidos a las escaleras mecánicas de los centros comerciales pero en horizontal que, salvando una distancia de 200 e incluso 300 metros, nos ahorrarán el paseo y suelas de los zapatos, que con los tiempos que corren no viene mal.
A bote pronto, se me viene a la cabeza un artilugio parecido a las alfombras voladoras de las “Mil y Una Noches”, solo que sin magia, a ras de suelo y en horario laboral.
Para que nos hagamos una idea, traigo un vídeo de la película Aladdin con una canción muy bonita en la que los protagonistas disfrutan de un romántico paseo sobre este artefacto, paseo que, salvando las distancias (sobre todo al suelo), podremos disfrutar cualquiera de nosotros dentro de unos años cuando tengamos nuestras propias alfombras cartujanas.
Al final la única forma de llegar en transporte público a la Cartuja será la de siempre, es decir, en el C1 o el C3, pero también es verdad que al menos con este tema nos están regalando unas risas, y eso se agradece.
Espero impaciente la llegada de la próxima solución, ya puestos lo mismo vuelven a inflarnos el Zeppelin.
Y yo que creí que la alfombras cartujanas serían de loza fina, con su estampado en rosa...
ResponderEliminarJajajajaja, yo, aprovechando el río, le haría un favor a un hombre que ví el otro día en un programa sobre inventores, creo que en Cuatro, que el pobre después de patentarlo y gastarse un dineral no ha recibido ayuda ni apoyo ninguno y no tiene permiso para la explotación de: la hidrobici. Puestos a ser originales...
ResponderEliminarEstas alfombras mecánicas, como aqui se comentan, existian ya en aeropuertos tal como el de Milán y posteriormente en la T4 de Madrid, lo digo porque en ambos aeropuertos lo he utilizado y de eso hace ya varios años concretamente en la T4 hace 4 años.
ResponderEliminarTampoco aquí son nuevas esas alfombras mecánicas, ya que fueron propuestas hace varios años como alternativa de transporte público por la Avenida de la Constitución antes de que se peatonalizara, con concurso y todo, pero al final se optó por el Metrocentro.
ResponderEliminarLo de ponerlas en Cartuja...en un aeropuerto tiene sentido porque los usuarios llevan equipaje y recorren trayectos a cubierto bastante definidos. Pero para un recorrido de 200 metros de gente que va a trabajar a unas oficinas... no lo veo útil ni rentable; ni siquiera lo veo.
De todas formas, el quid de la cuestión es que estamos ante un nuevo (y van...) brindis al sol de la Cartuja.
Saludos.
Los catalanes nos han dado la solución.... helicópteros...
ResponderEliminarTodo es posible.
Querido amigo, yo para un recorrido de 200 metros utilizo el medio de transporte que más me gusta: el autobus de San Fernando, un ratito a pié y otro andando.
ResponderEliminarPero bueno, como el pecunio lo tenemos tan holgado que las pongan tambien en la calle Sierpes y nosotros sentados para ver "pasar" a la gente.
Un saludo.