25 de agosto de 2010

La Isleta de los Patos

Según recoge el Diccionario de la RAE, estanque es una “balsa construida para recoger el agua, con fines utilitarios, como proveer al riego, criar peces, etc., o meramente ornamentales.

En Sevilla, por lo que sea, esa definición suele limitarse tradicionalmente a la primera parte, ocultándose los “fines”, tanto “utilitarios” como “ornamentales”, bajo densas capas de verdina y suciedad.

Y es que en esta bendita ciudad un estanque medianamente limpio es tan difícil de encontrar como una pared sin grafitis, de hecho dudo mucho que ahora mismo se den ninguna de esas dos circunstancias.

Quizás ese sea el motivo por el que este domingo no me extrañara al ver que la Isleta de los Patos, en pleno corazón del Parque de María Luisa, está hecha una verdadera pena. Aunque, siendo justos, esa pena la arrastra de toda la vida, al menos que yo recuerde…

Parece ser que no siempre fue así, de hecho cuenta la tradición que el joven Alfonso XII declaró en su templete amor eterno a su prima María de las Mercedes cuando el estanque formaba aún parte de los vastos jardines del Palacio de Montpensier. Conociendo la frágil salud de la princesa y su triste muerte, no es de extrañar que hoy día sus padres no la dejaran acercarse a la Isleta de lo sucia que está. Quizás no la dejaran ni entrar al Parque.

También mi abuelo me contaba de niño historias de un pequeño zoológico instalado allí a mediados del siglo pasado con jaulas diseminadas por sus glorietas y jardines, donde vivían (o malvivían) pájaros, monos y hasta una leona, de nombre Mara, que hacía las delicias de propios y extraños, menos de ella misma seguramente.

Aún hoy es posible encontrar huellas de ese improvisado bestiario, aunque si los animales regresaran no les costaría nada adaptarse a vivir libremente en la Isleta, que en algunos puntos parece incluso una recreación de su hábitat natural.

Por desgracia yo no puedo tener recuerdos ni tan románticos ni tan exóticos. Durante mi infancia la Isleta era el destino paradisíaco que tenían los patitos de a veinteduros de la Alfalfa cuando desaparecían de la terraza a mediados de semana. O al menos eso decían mis padres. Menos suerte tenían los pollitos de colores, cuyo final era irremediablemente trágico y con arroz.

También me viene a la memoria un señor que, de la misma forma que la mujer de los arvejones en la plaza de América, vendía altramuces para dar de comer a los patos. Evidentemente hablo de una época en la que había patos, hoy no le saldría rentable porque apenas si quedan cuatro… supongo que será consecuencia de la gripe aviar o, esto me llena de esperanza, de que al cerrar la Alfalfa ya no hay patitos de a veinteduros con los que repoblar el estanque.

Pero los que verdaderamente llamaban la atención eran los pavos reales: su colorido, sus movimientos, su plumaje, su elegancia. Eran los más fotografiados, los más admirados, los más buscados, en definitiva, los reyes de la Isleta.

También desaparecieron, como lo hicieron los peces de colores que, siempre inmóviles, se podían adivinar en el fondo del estanque. Aquí, de todas formas, he de dar el beneficio de la duda ya que lo mismo siguen ahí sólo que la suciedad del agua impide que se vean.

Y es que la Isleta de los Patos, por desgracia, es hoy un simple decorado para que se hagan fotos los turistas. Sea por dejadez, por restricciones sanitarias o por el motivo que sea, con el paso de los años ha ido perdiendo tantas señas de identidad que hoy los chavales, simplemente, la pasan de largo.

Lástima que algunos piensen que sólo hay que conservar edificios, monumentos, calles, plazas, incluso estanques, y se olviden de ese otro patrimonio intangible que da forma a los recuerdos.

12 comentarios:

  1. "Más mierda que el estanque de los patos". Frase hecha, al sevillano modo.

    Un saludo.

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  2. Yo recuerdo de pequeño el zoo del que hablas, duro poco y su olor era insoportable, era raro el domingo que mi madre no me llevaba al parque y la consiguiente visita a los animales.
    Después de zagalón, aquel derredor del estanque, viví un parque de aves que montaron allí y ese sí lo recuerdo más bien y con más detalles pues por allí paseé a mis hijos mayores muchas veces.
    Hubo una época que el estanque estaba limpio y yo con mis amigos me he llegado a bañar en él, incluso si buscara por la casa de mi hermana seguro que aparecerían fotos de aquellos baños. Esas fotos en su momento me costaron un buen chaparrón de tortazos de mi madre, inocente que era entonces para ir a enseñársela.
    Un abrazo, como siempre me haces revivir momentos felices de mi niñez.

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  3. Hace tiempo que no voy por allí. Qué penita todo.

    Un fuerte abrazo.

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  4. Visita obligada para un "cateto" de pueblo como yo cuando visitaba Sevilla con mis primos de la capital: el parque de las palomas y el estanque de los patos. De los monos no me acuerdo, pero sí de los pavos reales. No te estrañes, amigo, que hoy en día exista una colonia de tortugas de florida, esas pequeñitas, con las orejas rojas. En el parque del Alamillo existe.

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  5. Este pasado invierno lo drenaron, y andaban los patos como zombis. Ahora le dan de comer ¡gusanitos! a los que se matan por uno de ellos. ¿Tan cara es una depuradora?
    Creo que los peces los llevaron al estanque de Plaza América, pero si un recuerdo me viene del Estanque (pasé a diario dos años por allí para ir a estudiar) era la horrible peste, la suciedad, el vandalismo, y el puesto de los altramuces , que me comía yo, echándole a los patos el bocata del recreo...
    Saludos

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  6. También recuerdo el pequeño zoo que había en el Parque y el estanque. En las tardes de verano mis padres nos llevaban a tomar un helado a la Plaza de España y casi siempre terminábamos visitando a los patos y le echábamos pan. Hoy en día el Parque de María Luisa deja mucho que desear.
    Saludos

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  7. Antes de instalar en esta Glorieta el mini zoológico, en la parte que da a la avenida, instalaron unos ciervos a los cuales le dabamos de comer por la alambrada, y también cochinos jabalies, y ya en época más tarde es cuando instalaron en la Isleta los monos, de diferentes razas, y los pájaros, entre los que abundaban los loros. Y hoy dia si nos fijamos cerca de ese sector, vemos gran cantidad de loros viviendo en libertad, posiblemente hayan anidado, en esos árboles.
    Saludos Alberto.

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  8. Es una pena verlo así, con lo bonito que es el parque, tengo buenos recuerdos de la maría luisa, ya te digo, ojala lo arreglen. Un abrazo.

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  9. Me estás haciendo más viejo de lo que soy. Calzo 41 tacos, y me acuerdo perfectamente de las jaulas de los monos, por lo que calculo que debió existir hasta por lo menos el año 1975.

    No es que sea mediados del siglo pasado, pero anda lejos, sí.

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  10. Un aporte para los que recuerden el zoo por si ven algo erróneo. Espero que alguno pueda aportar alguna foto ;)

    http://esasevilla.blogspot.com/2010/10/el-zoo-de-sevilla.html

    P.D.: Perdón si no he hecho bien al poner esto aquí.

    Un saludo!

    http://esasevilla.blogspot.com/

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  11. ¿Podría explicar en una de sus entradas porque desaparecieron todos los patos del Alcázar de Sevilla (menos uno)?
    Gracias ^_^

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Comentarios: