Cuando Fernando VI dio luz verde en el año 1757 a la construcción en unos terrenos pantanosos ubicados entre la Puerta del Sol y la Puerta Osario de una fábrica de Salitre nada hacía sospechar que se estaba plantando el germen de la salida definitiva de los muros tras lo que se refugiaba Sevilla desde su fundación, asentándose además las bases de la futura ronda de circunvalación por antonomasia de la ciudad, la Ronda Histórica, llamada María Auxiliadora en este tramo.
Aprovechando la cercanía del arroyo Tagarete (cuyo cauce discurría mas o menos por la actual calle Arroyo, conocida anteriormente como Camino del Burón) y la abundancia de nitro (nitrato de potasa) de los alrededores, se estimó conveniente ubicar la Real Fábrica de Salitre en este emplazamiento.
Se edificó en dos cuerpos; el primero de ellos estaba adosado a la muralla, donde hoy día están los jardines del Valle, y en éste se situó la fábrica, además de algunas viviendas y oficinas. En el segundo cuerpo, un enorme edificio rectangular, estaban los esteros y los almacenes. Entre ambos, se dejó una calle bastante espaciosa y amplia, la Arrebolera, que con el paso del tiempo se prolongaría y uniría a otras calles nacidas de forma parecida bordeando el recinto amurallado para conformar lo que hoy conocemos como Ronda Histórica.
La fábrica tenía sus propios tiempos de trabajo marcados principalmente por el clima: en verano se realizaba la recolección de polvo, cenizas y demás elementos necesarios para la elaboración del salitre, que era fabricado en invierno en las 24 estancias acondicionadas para tal fin en el edificio rectangular. Posiblemente las altas temperaturas alcanzadas en largo estío hispalense influyeran en la implantación de este ritmo de trabajo.
Dependiente en un principio de la Real Hacienda, en 1818 se entregó la fábrica a la familia Cárdenas ya que la administración era incapaz de asumir los costos generados por la industria. Pero la Casa del Salitre no volvería a levantar cabeza ante la creciente importación de pólvora procedente de Inglaterra y dejaría de funcionar poco tiempo después.
A partir de este momento ambos edificios quedan abandonados corriendo una suerte dispar hasta llegar a ser lo que tenemos hoy en día, que nada tiene que ver con el uso primitivo que tuvieron.
La zona adosada a la muralla no era medianera por su otro extremo, es decir, entre las murallas que hoy vemos en los jardines del Valle y las casas de la acera de los pares de la Calle Sol había por aquel entonces una callejuela de la que sólo queda hoy en día la parte que giraba por detrás del actual templo de Los Gitanos; esa zona fue adquirida por la marquesa de Villanueva en 1866 para establecer el Colegio del Sagrado Corazón, también llamado Colegio del Valle. En el plano de la ciudad realizado con Padura en 1891 se puede ver claramente el patio de dicho colegio, que tras el cierre del mismo en 1975 sería transformado en los actuales Jardines del Valle.
Justo enfrente, atravesando la calle Arrebolera, hoy María Auxiliadora, se encontraba el enorme edificio rectangular donde se almacenaba el salitre, al que se trasladó la Feria de Ganado que se celebraba intramuros en la Plaza de Ponce de León en 1858. Poco después se demolieron las 24 naves de la antigua fábrica y se estableció el Perneo, el matadero de reses y cerdos.
El Perneo se rehabilitó como un gran corralón entorno a un inmenso patio central donde además del sacrificio de reses había lugar para otras actividades tan variopintas como almacén de pasos de Semana Santa (el de San Isidoro estuvo guardado en uno de sus almacenes) o bares (la Niña de los Peines dio sus primeros pasos como cantante en la taberna del Ceferino, que estaba ubicada en este lugar).
Pero no duró mucho tiempo el Perneo; la expansión urbanística extramuros que trajo el nuevo siglo además de la gran industrialización de la zona hacía inviable la existencia de un edificio tan insalubre y desagradable, que fue demolido en la primera década del siglo XX. Si bien en el plano de Poley y Poley de Sevilla y sus alrededores fechado en 1910 aparece aún el perneo, dos años después es fechado el Laboratorio Municipal, con lo que estimo que la demolición reproduciría lógicamente en los albores de esta segunda década del siglo.
El enorme edificio, que abarcaba desde la calle Salesianos hasta José Laguillo y desde la calle Arroyo hasta María Auxiliadora, fue dividido en varios solares en los que se ubicaron distintas construcciones, destacando principalmente las de los extremos que dan a la ronda: el ya referido Laboratorio Municipal, edificio neoclásico construido en 1912 por Antonio Arévalo; y el Ambulatorio de María Auxiliadora, mas reciente y de estética mas discutible que el anterior. El resto de parcelas se destinaron a bloques de viviendas, edificándose todo el frente que quedaba hacia María Auxiliadora entre 1919 y 1922.
De esta forma se ponía punto y final a la historia de una de las pocas construcciones fabriles creadas en la ciudad antes de la revolución industrial que, si bien no ha corrido la misma suerte que la Fábrica de Artillería o la Fábrica de Tabacos, ha sido una pieza fundamental para que hoy tengamos la ciudad que vemos, con sus pro y sus contra, pero que al fin y al cabo, es lo que hay.
Du Guesclin ¿por cierto el nombre lo utilizas de Bertrand Du Guesclin? Lo de quitar los arroyos como el que cuentas del Tagarete es algo que se ha hecho en multiples ciudades, a mi me gusta mucho el agua y me da mucha pena el no poder contar con estos regajos, aunque también serían un poco insalubres. ¿Esas aguas que corrian por ahí que hacen con ellas?
ResponderEliminarSimpre gracias por tus entradas, parece que hubieras estado allí
Efectivamente Luz de Gas, el nombre lo tomé "prestado" del caballero francés, uno de mis personajes históricos favoritos.
ResponderEliminarRespecto a lo del Tagarete, con el crecimiento de la ciudad se fue entubando bajo las nuevas calles que aparecían y se desvió su cauce. Hay fotos en las que se ve bajo la Torre del Oro un arco que era la desembocadura del arroyo; en la actualidad se ha recuperado un puente y parte de su cauce en el Parque de Miraflores, pero está claro que no es lo mismo.
Saludos.
Una vez mas, genial. Me ha encantado, sobre todo ese matadero, lugar de ocio y cualquier cosa que pasó a ser el edificio rectangular… Evidentemente el colegio del Valle no lo conocí pero si he tenido muchas profesoras que fueron alumnas de e´l. la verdad es que esa zona la conozco bastante, tras tantos años y tantas mañanas camino al cole…
ResponderEliminarMuchas gracias por aportarnos tanto, siempre se sale de aquí sabiendo mucho más de cómo se entró.
Kisses
Una vez más, te felicito y agradezco el trabajo que realizas y con el que aprendo a entender más a Sevilla.
ResponderEliminarCon rus aportaciones y otras lecturas, lo que veo es que no hay, aún en nuestros días una concepción global de ciudad, se actúa al salto mata, como dicen en mi pueblo.
Un cosa,Du ¿El edificio de la fabrica de Harina de José Laguillo con Recaredo, tiene algo que ver con esta movida?.
Ah,otra cosa ¿El Tagarete, en la actualidad va por la Calle San Fernando?
Un saludo
Doria
Me ha resultado muy instructivo a la vez que interesante porque el lugar donde como tu dices se "estimó conveniente ubicar la Real Fábrica de Salitre" es de la zona de la ciudad que mas desconozco.
ResponderEliminarQuería decir que desde la primera vez que te leí, te enlacé en los lugares por los que pasea la Sirena.
Como siempre muy interesante, yo vivo por una zona donde aún se está "peleando" con el tagarete, varias veces canalizado y espero que esta sea la última, en la ampliación del Parque Miraflores, seguía discurriendo por Arroyo, ¿Menendez Pelayo?,San Fernando y desembocaba junto a la Torre del Oro, tengo grabados en casa pero parece que viene más bien por la enrramadilla,pero cuando hubo las inundaciones de primeros de los 60, Menendez Pelayo era un rio.Ya me lo cuentas, saludos.
ResponderEliminarGata, yo tampoco llegué a conocer el Colegio del Valle, pero si que estuve entre sus ruinas; de hecho, tenía una imagen bastante patético del lugar, la iglesia completamente en ruinas (es un milagro que hoy día se levante el templo de los Gitanos desde ese amasijo de piedras) y los jardines llenos de indigentes, aspecto éste que desgraciadamente apenas ha variado en la actualidad.
ResponderEliminarDoria, como siempre un leer tus comentarios; el tema de la fábrica de harinas y demás elementos fabriles de la zona está directamente relacionado, ya que era prácticamente una especie de polígono industrial que se desarrolló entorno a la Fábrica, claro, con las características de la época, alternando viviendas e industrias y almacenes. Hoy día apenas quedan restos, pero por ejemplo las tres naves entre la Trinidad y el Laboratorio, donde estaba la Sala Alcázar o la Fábrica de Colores para los de mi quinta, que hoy día creo que hay un Lidl y el Palacio Andaluz, todo eso eran unos almacenes, garajes e industrias; de hecho en la calle Arroyo esquina San Juan Bosco hay un edificio del que se conserva la fachada con el cartelito de una fábrica de sombreros. Hasta hoy solo ha perdurado de la zona la Fábrica de vidrios de la Trinidad, que ya está en desuso aunque el edificio milagrosamente aún se mantiene en pie.
Glauca, todo un honor que tengas este blog entre tus zonas de visitas. Muchas gracias.
Mer, me está entrando el gusanillo y creo que en breve escribiré una entrada sobre el Tagarete. De hecho, ya estoy recabando información y la publicaré junto a algunas fotos que tenía de lo que queda. Por cierto, hace dos semanas sufrí esa "pelea" directamente, ya que la S-30 estaba totalmente anegada a la altura del puente que conecta el Parque con la ampliación; supongo que una de los últimos coletazos del arroyo....
Saludos.
Dios mio, vivo en lo alto de un arroyo...jejejeje Cómo se hunda el piso, ya sé a quien voy a tener que buscar. Muy buena entrada. Quien me iba a decir que en el entorno en el que vivo había tales cosas. Conocía la existencia de unas huertas, donde ahora está la estación de Sta. Justa, así como el accidente de avión de Bobby Deglané, por los alrededores de la carretera de Carmona, pero el tema acuático, se escapaba de mis manos. Esta noche dormiré mejor: sobre una cama de agua...
ResponderEliminarUn abrazo
A mi también me ha gustado lo de Du (solo por esta vez) en el subsuelo hay una cantidad de agua asombrosa, en lo que ahora es la Plaza de José Luis Vila no pudieron hacer dos planatas de aparcamiento por que siempre se inundaba, se llevaron años sacando agua, lo sellaron con un invento nuevo, siguieron sacando agua, al final lo tuvieron que dejar por imposible, solo una planta. Supongo que esos cambio que se hacen en el agua subteranea no tienen que ser nada buenos
ResponderEliminarExtraordinaria entrada amigo. No conocía dicha historia.
ResponderEliminarNo te acostarás sin aprender una cosa más.
El Tagarete sigue su curso bajo la Avenida de San Fernando y Luis Montoto por cierto.
Un abrazo.
Buena entrada DU GUESCLIN la verdad es que no sabemos mucho de nuestra querida Sevilla añeja.Lo importante es que cada uno de nosotros contemos algo,para que así el pasado salga a la luz,y sepamos que ocurrió con ella.
ResponderEliminarEn fin amigos a Canina seguirá cavilando ......
Qué suerte tuve al descubrirte Du Guesclin.
ResponderEliminarNo me cansaré de darte las gracias por las historias que nos ofreces y los debates que abres.
Un fuerte abrazo.
Jeje, como diría el Chavo del Ocho, "que no cunda el cúnico" amigo Herodes; creo que poca agua queda ya bajo tu casa, aunque esta tarde ha llovido bastante...
ResponderEliminarLuz de Gas, la verdad es que Sevilla no es precisamente una ciudad en la que sea muy aconsejable excavar mas de una planta. El nivel freático está bastante alto y la cercanía del río, arroyos, etc hacen que a veces sea casi imposible hacer un sótano; además de que es poco menos que una locura, ya que nada mas que se excava un poco aparece una ruina romana y te paralizan la obra (vease Alcosa esta semana) así que no compensa muchas veces.
Me alegro que te guste la entrada amigo Aguador. En el tema del Tagarete difiero algo, pero vamos, dejo aplazadas las explicaciones para una próxima entrada.
Tienes razón Caliz, la verdad es que se aprende muchísimo con las "historietas" que ponemos. Quizás no sería mala idea recogerlas un día todas y hacer algo, o no (se perdería el encanto). Ni idea, a gusto del consumidor...
Zapateiro, leches, que me vas a poner colorao! La suerte es mía de que te pasees por estos lares.
Saludos.
me gustaría saber algo sobre la familia CARDENAS o donde poder acudir para tomar datos.Gracias poradelantado.
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