11 de mayo de 2011

Arte Callejero

Parece ser que ha calado hondo el proyecto que con el nombre “Arte para todos” decoró con pinturas murales las fachadas del Polígono de San Pablo a finales del año pasado.

Tanto es así que el espíritu del evento ha traspasado las fronteras del barrio y se ha propagado al resto de Sevilla, donde artistas anónimos no han dudado en dar rienda suelta a su genio para convertir la ciudad en una especie museo al aire libre, llevando sus creaciones a esos lugares que tradicionalmente quedan fuera de los circuitos culturales.

Sin ir mas lejos, la antigua iglesia (o lo que queda) de Santa Lucía apareció hace unas semanas adornada con unas pinturas encargadas de poner luz y color a la sosa pared de ladrillo que desde hace siglos la cierra.

Debemos sentirnos muy afortunados de que la educación recibida por estos genios del tercer arte de sus padres, maestros y tutores haya sido tan sana y ausente de prejuicios que no les ha importado eternizarse en un edificio con casi setecientos años de historia.

Y es que a pesar de las dificultades iniciales, ya que los maestros de obra del siglo XIV no tuvieron ni la delicadeza ni el detalle de dejar las paredes de los templos preparadas para que en un futuro se pudieran plasmar obras de arte, nuestros artistas urbanos han conseguido sobreponerse y realizar la genialidad que vemos abajo sobre los ladrillos de la vieja Santa Lucía, revolucionando los cánones de la pintura con una especie de Capilla Sixtina pero a la inversa, ya que en vez de pintar los frescos por dentro del templo lo han hecho por fuera, poniendo el arte al alcance de todos.

Aunque claro, si hablamos de tendencias artísticas no podemos dejar pasar lo que se podría catalogar como “nuevo deconstructivismo hispalense”, que está dejando verdaderas joyas en calles y plazas de la ciudad, sobre todo si tienen fuentes.

Esta disciplina artística dio sus primeros pasos en la Plaza Santa Isabel hace unos meses y ahora presenta una nueva secuela junto a la entrada del consulado de Perú, en la trasera del Lope de Vega.

Allí podemos admirar la ultimísima obra de este movimiento sevillano que está marcando tendencias: una fuente, posiblemente de la Exposición del 29, de la que se separa su taza varios metros en un ejercicio de deconstrucción que más quisiera Ferrán Adriá para su famosa tortilla.

Sin lugar a dudas, un alarde estético en estado puro, duro y maduro seguramente inspirado en las raíces vándalas que dieron nombre a nuestra tierra, Andalucía.

1 comentario:

  1. Creo que, si alguien se dedicara a hacer un estudio sobre los lugares de nuestra ciudad que han sufrido desperfectos o presentan un cuidado deficiente o inexistente, el listado sería tan largo que no habría papel suficiente para recogerlo. Lo peor de todo es que, en algunos de esos sitios, se han invertido importantes cifras de dinero para su restauración en fechas recientes. Afortunadamente, cuando sacamos las fotos nupciales en esa plaza que mencionas, el tres de julio del año pasado, aún no se habían cargado la fuente. Aunque recuerdo que tenía varias botellas de vidrio y plástico flotando, que me entretuve en eliminar en el procesado. De cualquier manera, una pena que se cuide tan poco nuestro patrimonio. Un saludo, para ti, tu dama y el futuro "heredero". Y a ver si coincidimos pronto.

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