11 de febrero de 2010

Estampas de la Crisis

Aún no habían dado las 9 de la mañana cuando un chaval improvisaba su "puesto" de naranjas y fresas en la rotonda de Santa Clara, frente al Polígono Calonge. A pocos metros observaba Manu, desde hace algo mas de dos años tercer integrante del semáforo de Kansas City tras el rojo que está parado y el verde que camina: Manu es el que vende kleenex.

Algo más abajo, en el cruce con el viejo puente de la Coca-Cola, prolongación de la Carretera de Carmona, un señor que ha rescatado el viejo gremio de los Wistoneros llama la atención de los coches parados con el brazo en alto y el género (de lujo según impuestos) escondido tras la chamarreta.

Supongo que serán los efectos de la crisis, esa maldita e interminable crisis que vuelve a dejarnos estampas que no se veían desde hace años. Estampas difíciles que en muchos casos teníamos desterradas no sólo de nuestras calles, sino de nuestros propios recuerdos.

A la misma hora los Gozalo, Roberto Gómez y demás fauna radiomarquil se enfrascaban en una trascendental discusión comparando el sueldo de los parlamentarios con el fichaje de Cristiano Ronaldo, todo ello auspiciado por las palabras del señor Bono en pleno síndrome post-vacacional como telón de fondo.

Se les notaba lúcidos, seguramente serán parte de esa media España que no se acuesta a las tantas para ver en directo las capulladas de los Ninis o las peleas de Indira y Arturo.

Se ha pinchado la burbuja inmobiliaria, vale, pero en paralelo y con la excusa de entretener a la gente para que se olvide de sus problemas se ha creado otra que amenaza con quedarse por muchos años. Una burbuja de necios e impresentables que día a día se hace mas grande y consistente.

Dos caras para una misma realidad en la que unos se ponen las botas y otros caminan descalzos.

6 comentarios:

  1. Es acojonante, en la oficina hablan de esos programas. Cuando llego a casa, siempre me encuentro que en el televisor hay un puñado de gente dando voces, como si los gritos dieran la razón.
    Es insufrible cuando se vive en un piso pequeño como el que yo tengo pues por mucho que te quieras aislar nunca lo consigues.
    Un abrazo

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  2. Cuanta razón llevas, se globalizó la crisis y nos va dejando esas estampas por todos lados.
    Y también llevas razón en éso de las peleas televisivas.
    Vamos, como si una no tuviera ya bastante con los problemas diarios para tener encima que ver los de los que cobran por mostrar los suyos.

    Un abrazo

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  3. A mi todo esto cada vez me produce más vomitona...

    Antonio

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  4. Pero eso es la verdad.
    Una vez me dijeron que el ruso que vende pañuelos en el semáforo de Santa Clara es una eminencia universitaria, seguro que en cuanto a sabiduría le ganaba por goleada a Cristiano Ronaldo.

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  5. Qué tristeza!
    En el artículo se me "escapan" los detalles propios de tu tierra, pero capturo a la perfección los "otros". Porque la "crisis" golpea con fiereza y casi de la misma forma en muchos lugares.

    Como sabés, vivo en un país que parece haber sido bendecido por la naturaleza y maldecido por quienes nos gobiernan. Bien conozco la palabra Crisis, tanto como mi nombre.

    Y esas estampas, caramba, si acaso no llevan el necesario rótulo, aplican, muestran, denuncian los errores de nuestro tiempo y países.

    Un fuerte Abrazo.

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  6. Ya somos dos, no cogé ventaja. Y lo que está forrando esa gente...

    El problema verdial es que la gente se relaja con los problemas de los demás. O al menos esa es la excusa que suele darse.

    Ya te digo antonio...

    Igual pienso, dama...

    Certero comentario, Susana. He leído bastantes cosas de la historia argentina, de hecho Sabato y Onetti son dos de mis escritores de cabecera, y llevas toda la razón. Esperemos que estas estampas vuelvan al cajón de los recuerdos, aquí, en Argentina y donde sea. Por nuestro bien.

    Saludos.

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Comentarios: