27 de enero de 2010

El Río que nos lleva: La Fábrica de Harinas de Peñaflor

Afortunadamente las piedras no hablan. Catedral de la Vega, la vieja Fábrica de Harinas de Peñaflor es el primer saludo que recibe el Río Grande al adentrarse en la provincia de Sevilla.

Atrás quedó la Cañada de Agua Fría, ya afluyó el cauce bermejo del Guadalimar, la Albolafia volvió a recordar los tiempos en que peinaba la corriente tumultuosa de lo que aún se quedaba en un esbozo y los susurros del Darro llegaron acunados en el lecho del Genil. La madurez se consumó en Palma, cruce de caminos: el todo es sólo uno, Guadalquivir.

Aguas que besan Peñaflor, la antigua Celti, puerto romano de la Sierra Norte, y sueñan la brisa marina escoltadas por los naranjales de la ribera. Aguas que pasan de largo, indiferentes a la larga agonía de esa Fábrica a la que durante cien años dieron vida. Aguas que no fueron suficientes para apagar las llamas que devoraron a principios de los 80 lo que ya estaba desierto.

Seguramente de haber estado en otro sitio su suerte habría derivado por diferentes derroteros. Quizás hoy albergaría un museo, un centro de interpretación o mil usos mas que se me vienen a la cabeza para reivindicar el patrimonio industrial de una región, Andalucía, que no anda precisamente muy sobrada.

Ahora solo habita el viento entre sus paredes. El viento que recorre las estancias sin obstáculo que lo impida, entre los muros desnudos de su estructura, a través de los vanos vacíos en los que antes había ventanas, sin techo ni suelo que lo detenga. Única voz, silenciosa y callada, que queda a la antigua Fábrica: la voz de la soledad que la arruina.


El autor de la primera imagen es Pepe Carranza y está tomada de su página en Panoramio, donde tiene una preciosa colección de fotografías sobre Peñaflor.

4 comentarios:

  1. Grata sorpresa me ha dado este post ya que una amiga es de Peñaflor y me ha hablado mucho de su fábrica :)

    Dices que si estuviera en otro sitio quizás hubiera corrido mejor suerte y hoy tendría un uso... yo pienso lo contrario, gracias a que está en un pueblo, sigue en pie, si esa fábrica llega a estar en Sevilla capital, por ejemplo, haría décadas que se hubiera derribado para construir algo aberrante ¬¬ Ojalá salga algún dia un proyecto que la ponga en valor.

    Un saludo!!

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  2. El abandono que sufre el Patrimonio, en ese caso, como bien dices "Patrimonio industrial" unido al patrimonio paisajistico, es desolador y tu entrada es un claro ejemplo.

    Casualmente en estos dias he podido contemplar como en la sierra norte de Sevilla sucede "mas de lo mismo", sin que nadie intervenga.

    Un saludo.

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  3. Cuantas y cuantas veces he pasado en el tren por esa fábrica de harinas, me traes con esta entrada muchos recuerdos de niñez y de juventud, gracias por ellos.
    Un saludo.

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  4. Adoro el patrimonio industrial y por ver una vieja fábrica ... me has dado en un punto frágil amigo.

    Un abrazo
    Antonio

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