Una de las fiestas mas tradicionales y antiguas de las muchas que se celebran en Sevilla son las Cruces de Mayo; su carácter exclusivamente popular, su gran arraigo entre la población, su propia forma de celebrarse, su continua adaptación a los nuevos tiempos y circunstancias que se han interpuesto en su camino…; son tantos y tan variados los factores que confluyen en esta fiesta, que a priori podría pasar desapercibida entre otras de mas renombre, que se puede considerar un auténtico medidor del estado vital de la ciudad, ya que la evolución de Sevilla en sí misma es prácticamente la evolución de la misma fiesta.
Hay varias teorías sobre el origen de esta fiesta, aunque todas tienen como origen común el hallazgo de la Verdadera Cruz en que murió Cristo, encontrada por Santa Elena en Jerusalén 300 años después de que éste falleciera tras haber excavado el Monte Calvario. La importancia de este hallazgo tuvo como principales consecuencias la proliferación de astillas de la misma a lo largo de toda la cristiandad y la adición de una nueva fiesta en el calendario, la Invención de la Santa Cruz, que se celebraba el 3 de Mayo hasta que fue abolida en el Concilio Vaticano II.
Desde este punto todo se dispara: origen pagano, origen religioso, lo cierto es que en el siglo XVI se documenta la existencia de una fiesta cuya base es una cruz adornada entorno a la que se celebran bailes, juegos y cantes y que hasta bien entrado el siglo XX fue una de las mas importantes celebradas en la ciudad.
El carácter popular de la Sevilla de entonces era la base principal sobre la que se asentaba la fiesta de las Cruces; una población hacinada en corralones de vecinos que cuando por mayo llegaba la calor se volcaba hacia su patio y lo engalanaba con una gran cruz, con guirnaldas, flores, macetas…; esos días la convivencia de los vecinos se desarrollaba exclusivamente en el patio, es mas, la vida de la comunidad era la fiesta en sí, la Cruz de Mayo.
Los vecinos rivalizaban entre sí para ver cual era el patio mejor adornado, escribían coplas y sevillanas de sus corrales y de sus fiestas, y, como suele suceder cuando en esta ciudad se huele a religión, sacaban en procesión sus engalanadas cruces por las calles del barrio.
Pero una serie de factores pusieron punto y final a la fiesta tal y como se había venido desarrollando hasta entonces, aunque ni mucho menos acabaron con ella.
El primer y mas importante escollo a tener en cuenta fue la desaparición y transformación de la Sevilla clásica. La ciudad, con el discurrir del siglo, explota de su tradicional frontera intramuros y los vecinos de los corrales se trasladan a las nuevas barriadas que se están formando en el cinturón de huertas que desde antaño rodeaba la ciudad. La casa de vecinos queda deshabitada o directamente desaparece bajo la piqueta.
Otro problema era la acumulación de festejos en el mes de Mayo. La proximidad de la Semana Santa, la Feria, el Corpus, San Fernando y el aumento de la devoción por la Virgen del Rocío hacían que el calendario laboral del quinto mes del año fuera poco menos que anecdótico. Si a esto añadimos como se ha comentado la desaparición del día de fiesta original y los problemas que tuvo con la Iglesia (el cardenal Ilundáin llegó a prohibir a las hermandades su participación en las cruces), se puede decir que “oficialmente” las Cruces de Mayo se habían borrado del almanaque de la ciudad.
Para colmo con el inmenso auge que alcanza la Feria de Abril, la puntilla ya está dada. El sevillano traslada su casa al Real, la caseta se convierte en el nuevo corral de vecinos, que queda deshabitado durante una semana; las guirnaldas con las que antes engalanaba el patio las usa ahora para adornar la caseta, en la que canta, baila, come e incluso pone a competir con las demás para elegir la mejor adornada.
Pero si hay algo que en esta ciudad se respeta (o se pretende respetar) son las tradiciones; y si a éstas va unida una fiesta, no hay nada que objetar.
Los antiguos vecinos de los corrales, ahora diseminados por los nuevos barrios, se llevan consigo la vida de la casa-patio, pero también sus tradiciones y sus costumbres. Ya lo decían los Cantores de Híspalis refiriéndose a una de estas barriadas llena de gente güena:
Polígono de San Pablo, barrio de barrios
de costumbres populares y corraleras
Nacen las velás; la Cruz de Mayo ya no se celebra en el Corral del Conde, ni es en Mayo y ni siquiera hay cruz; ahora Pino Montano, San Diego, Los Granados y los nuevos barrios hacen su fiesta particular, engalanan sus portales y, como antaño, rivalizan entre ellos por ser el que mejor adorne su calle. Se mantiene el sabor tradicional, aunque en otro escenario.
Aunque si hay algo que no ha variado y que sigue manteniendo vivo el recuerdo de esta antigua fiesta popular son las cruces de mayo propiamente dichas, esos pequeños pasos que sacaban los vecinos de sus corrales para pasear por el vecindario y que ahora prácticamente dejan vacías las obras de palés de ladrillos. No es raro, aunque desgraciadamente cada vez se de menos, ver al típico grupo de niños con su paso biplaza, su cruz y su cesta de dinero haciendo revirás en los pasos de cebra o en su modalidad “avanzada” con la banda de cornetas detrás.
Pero las cosas cambian, para bien o para mal. Si bien no en crisis, se puede decir que ha habido en los últimos años un gran retroceso en esta tradición. En plena época de las telecomunicaciones y del individualismo extremo, las velás de barrio están desapareciendo de muchos sitios y perdiendo importancia en los que aún se celebran; respecto a las cruces de mayo la cosa es peor aún si cabe; lo mismo que con las bolas, las chapas o el trompo, la play station hace estragos por donde pasa, y hoy día es impensable que un niño que acaba de matar tres generaciones de orcos se vaya a poner a clavar las patas de un paso: cuestión de gustos, pero vamos, ellos se lo pierden.
Por supuesto que las cruces en Córdoba (más los patios) y Lebrija son fiestas de primer nivel pero en la provincia de Huelva ha perdurado esta fiesta casi en estado puro siendo diferentes en según la comarca.
ResponderEliminarEn el Andévalo, Alosno sin duda y en el Condado o Tierra Llana pueblos como Bonares (donde más puro se conserva), Rociana, Lucena, La Palma con la de la calle El Cabo y la calle Sevilla, Paterna, etc.
En Sevilla a la vuelta de la democracia y de la mano de José Luis Ortiz Nuevo, como tantas otras fiestas, las cruces de paso vivieron su esplendor en una magna concentración de miniprocesiones, final de los 70, en el Patio Banderas.
Como siembre Du, lo bordas.
Saludos
Doria
Sr. General el año pasado en una televisión ví algo que me dejó con la boca abierta, precisamente en Pino Montano en el portal de un bloque estaban celebrando una Velá o Cruz de Mayo, los vecinos bajaban en el ascensor con su silla y directamente al llegar al portal ya podían salir bailando sevillanas.
ResponderEliminarEs verdad lo que dice Doria en el andévalo se continua celebrando y por mi calle el otro día vi desfilar una con su banda y todo.
El mes de Abril y Mayo en Sevilla es un cúmulo de festividades y eventos, no se como pueden con tanto, supongo que no serán los mismos los que vayan a todas porque sino no hay cuerpo ni cartera que lo aguante.
Es un lujo leerle General.
Saludos
¿Por qué siempre salen los orcos por algún lado?
ResponderEliminarYo he estado en los Patios de Córdoba, y en Granada, donde lo simplifican llamándolo La Cruz. También he vivido la de mi hermandad, tanto con fiesta como con paso, pero a pesar de ser de Pino Montano, esa si que me la he saltado…
La verdad es que dejando cuestiones mas serias a un lado, soy partidaria de casi cualquier fiesta, cuestión de carácter o algo…
Muy buena, pero claro, eso no es raro aquí.
Kisses
P.S. Grande El Pali con sus sevillanas a los patios de vecinos y las fiestas de estos.
Buen articulo Du Guesclin.Para mi las cruces de Mayo sevillanas tienen que ver mas con las hermandades con con la propia fiesta en si.
ResponderEliminarA mi parecer creo que las hermandades hacen especies de Cruces de Mayo para recaudar fondos para la Hermandad.El tipico tablao para festejos y barra para consumir.
En Sevilla Capital esto no está muy arraigado.
En fin la Canina seguirá cavilando ......
Me han hablado muy bien de las de la provincia de Huelva como ya se ha comentado aquí.
ResponderEliminarHace mucho estuve en una de un bloque de vecinos en la vieja collación de San Gil. Cualquier sitio es bueno, ya se sabe, la Cruz, una barrita y sevillanas...
Saludos
Antonio
Recuerdo una Cruz de Mayo en el barrio de Santa cruz, hace. . .También en el Corral del Buen Viaje, en la Plaza de Pilatos, en Zurradores, hasta hace nada y creo que la que sigue es en un nuevo "corral" en Conde de Ibarra, con paso y todo. . .Bueno, pues ahora, ¡organicemos una Cruz de Mayo virtual-bloggera!vamos a proponerselo a Moe, verás como salta de alegria, por tal de unas palmitas y unos cantecitos!!
ResponderEliminarMe quedo con lo último, mi general. Muchos de los niños de hoy -play station culpable- se pierden lo que es montar un pasito y sacarlo por las calles del barrio. Aunque también discrepo de esas cruces de mayo organizadas por hermandades, a las que no les falta un peregil: eso no está echo por niños, sino por el prioste y pagada por el mayordomo. También he visto en ocasiones pasitos donde se veía mucho la mano de los papás... como entretenimiento.
ResponderEliminarMe quedo más con el pasito que hacíamos entre unos pocos, robando maderas de aquí y de allí... simplemente para que al final fuera un biplaza con la muñeca de la hermana de alguno haciendo de Virgen..
Un abrazo.
De niña lo pasaba realmente bien en la Cruz de mayo de mi barrio, el Polígono de San pablo, y con el pasito, como dice Miguel, era ya lo más.
ResponderEliminarMi madre, natural de la Calzá recuerda la época de las cruces de Mayo con verdadera nostalgia.
Otras cruces de mayo no he conocido, pero aprovecho para invitarte a la de mi Hermandad, este fin de semana.
Asomate por mi rincón para más detalles.
Hola gusto en saludarte de nuevo,esperaba este post,excelente información,de primera mano ,sin duda para mi,esta mañana lo leí ,pero tal como me comentas en mi blog a veces se nos complican las cosas relacionada con el tiempo y las cosas que queremos hacer,(esa es mi conclusión)estaba pendiente de volverlo a leer y participar,sobre las velás no sabia nada,asi que todos los dias se aprende algo,la reflexión que haces al respecto nos alerta a mantener vivos los recuerdos,muchas tradiciones se pierden en muchos paises,y estas forman parte de la memoria colectiva de un pueblo.
ResponderEliminarSolo me resta preguntarte por que en algun lado lo leí tratando de documentarme al respecto,que la fieta de Cruz de Mayo era una fiesta excluiva de las mujeres,vinculada de alguna manera a ritos de fecundidad,y a la primavera,este sería un elemento pagano que en algun momento desvirtuo la fiesta .....Vamos lo tengo como en el aire....
Nuevamente te felicito,me encanto el post...Saludos y muchassss gracias.
Felicidades, te deseo lo mejor.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas felicidades:
ResponderEliminarSegún mi hermano, una Cruz de Mayo de Sevilla es como un paso de Semana Santa de nuestro pueblo.
Pues tienes toda la razón, Doria. Ha sido un lapsus estúpido no mencionar las fiestas en Huelva, sobre todo las de la zona del Condado, que conozco de primera mano ya que por motivos de trabajo visito la zona frecuentemente. Respecto al tema de las miniprocesiones en Sevilla, se que se siguieron realizando, de hecho recabando información para la entrada llegué a tener el documento de la GMU sobre el concurso de este año. Solo que claro, supongo que a muchos niños les pasará como a mi, que nunca llegué a presentarme porque a ver quién era el guapo que llevaba el paso al Patio de Banderas en pleno mes de Mayo (del Mayo pre-cambio climático, del que hacía calor, no el de ahora, jeje).
ResponderEliminarPues si Juan, respecto a la cartera que lo aguante en estos tiempos de crisis e hipotecas no hay nada que hablar... pero afortunadamente se que mi cuerpo ni de casualidad aguantaría, así que ni me lo planteo; todavía tengo resaca de la boda del último sábado... Y por cierto, muchísimas gracias por tu felicitación.
Gata, como ya te comenté en su momento, los orcos han sido parte importante en mi vida, de hecho creo que después de Tolkien y de Peter Jackson soy una de las personas que mas les debe a esos pobres bichos (vaya momento friki). Respecto al tema fiestas, la verdad es que me encantan, de hecho aunque sea darme un paseo suelo pasarme por todo aquello que huela a tablao o tenga farolillos; ahora, solo paseíto, que no está el bolsillo ahora precisamente para darse muchas fiestas....
Pues si Cáliz, ahora mismo no está muy arraigado como Cruz de Mayo en si. Salvo hermandades y asociaciones varias, la fiesta se puede decir que como Cruz de Mayo es prácticamente inexistente ya que ha perdido terreno respecto a otras fiestas del mes de mayo.
Tienes razón Antonio, solo hace falta predisposición, una cerveza y un poco de sombrita. Por cierto, debía ser fantástica esa fiesta en un lugar tan añejo.
Mer, no solo monta una cruz de mayo, Moe es capaz de montar un corral de vecinos entero, que tampoco es mala idea... Seguro que los pisos iban a estar mas baratos.
Totalmente de acuerdo Miguel, yo era de “mangarme” el palé de ladrillos de la obra mas cercana, comprar cuatro clavos, cortar unas buganvillas y darle vueltas al barrio. Para pasos organizados ya tenía mi hermandad de los Gitanos (casi ná…). Y bueno, esa Nancy vestida de comunión delante de la cruz con la sábana blanca en plan Soledad de San Lorenzo, ¡qué grande!
Ya me pasé anoche Dama, aunque estuve poco tiempo. Eso si, el centro está que es una fiesta: en el trayecto Encarnación-Alameda contabilicé la de Sta. Catalina, otra en la Plaza del Pelícano, otra en San Marcos y otra en la Alameda.
Me alegro mucho que te haya gustado, América; respecto a lo que comentas, no es que fuera una festividad exclusiva de mujeres, ahora bien, si que es verdad que la mujer tenía un papel fundamental. Sin ser día festivo oficialmente, en una época en la que la mujer no trabajaba fuera de casa, ellas eran las principales encargadas de sacar la fiesta adelante: engalanar el patio, organizar el corralón; es decir, ellas eran las que mas se implicaban y por tanto las que mas vivían la Cruz de Mayo. Respecto a lo que comentas de ritos paganos y demás, he leído también algo pero no creo que tuvieran tanta importancia en el devenir de la fiesta.
Muchas gracias Bosco. Interesante comparación, aunque como dije antes, prefiero las cruces de mayo que hacen los niños con maderas y sábanas antes que esas semicofradías con banda de cornetas detrás, que al fin y al cabo no son nada, ni cofradía ni Cruz de Mayo.
Saludos.
Ví lo de tu cumpleaños y pensé felicitarte también en mi blog, pero te he contestado y se me ha pasado totalmente. En fin, con algo de retraso, deseo que este año sea bueno para usted General, que cumpla muchos más y que le regalen muchas cosas como… no sé… ¿un caballo? Por cierto, que bonito nacer el mismo día que don Diego; yo me parece que nací el mismo día que Lady Di… en fin, mala suerte la mía…
ResponderEliminarKisses
P.S. Ayer me acordé de usted. Al cierre de los Mercados, el Euribor alcanzó su cota máxima histórica, agárrese que como decía Quevedo, sólo puede ir a peor.
Muchas gracias por colgar lo de la exposición "Latidos del Camino" y felicidades atrasadas por tu cumpleaños.
ResponderEliminarUn abrazo amigo.
En lo de las Cruces de Mayo hay veces que no hay término medio. Encantadores son los niños pequeños con su pasito, realizado a su buen saber y entender, plenos de espontaneidad y ocurrencias. Pero no puede decirse lo mismo de los hombrecitos que con tal de llamar la atención, sacar el costal y llevar una bandita detrás, montan un guirigay por las calles del centro de Sevilla. Patético.
ResponderEliminarUn saludo
¡Mú buenas noches!
ResponderEliminarAnte todo FELICIDADES muchacho, ya eres mayor de edá miarma...
Lo de las Cruces de Mayo de por ahí son una maravilla, no hay más que ver como decoran los patios, las calles y las fachadas de las casas en Granada, aunque ya, el temible botellón extiende su sombra sobre esta festividad...
Aquí en Sevilla se reducen al pasito de los chiquillos y a velás organizadas por las propias hermandades con el fin de trincar un pellizquito de cara a pagar to las cosas que una hermandad tiene que pagar...
De lo que me proponeis de hacer un tinglaito...Pués lo veo bien, porque no, nos podemos ir al patio de mi casa y formar un renguecito de los nuestros...A ver como lo planteo miarma.
¡Un saludasso amigo!
Muchisimas gracias Gata; la verdad es que el regalito ecocómico es para agarrarse...entre el euribor y el gasoil no voy tener ni para una cerveza...
ResponderEliminarPara lo que necesites Miguel, aquí tienes este blog para tu disposición.
Totalmente de acuerdo Roberto; sobre todo el tema del super-costalero hay veces que roza lo esperpéntico. Incluso en la misma Semana Santa hay gente saca su costal mas por el hecho de figurar que por llevar un paso, empezando por los propios costaleros de mi hermandad, Los Gitanos.
Muchas gracias Moe, aunque estoy mas cerca de ser de edad mayor que mayor de edad, jejeje. En lo del tinglao lo dejo en tus manos, eso si, que haya sombrita porque vaya tela la que está cayendo estos dias...
Saludos.
Ellos se lo pierdn, nunca mejor dicho querido Du Guesclin. Me ha gustado muchísimo tu entrada. Me ha retrotraído varios años atrás, cuando mi barrio se englanaba en mayo para celebrar esa fiesta de la que trata tu entrada.
ResponderEliminarSe realizaba en la Papachina, que es una zona de mi barrio. Allí hay una plaza con una fuente en medio, y tres grandes bloques de pisos la rodean formando una especie de triángulo desigual. Se instalaba un escenario y en el centro, junto a la fuente, una grandísima cruz que se exornaba y decoraba. Normalmente comenzaba el último miércoles de mayo y duraba hasta l fin de semana. Tengo muy buenos recuerdos de eso.
Es una pena pero, actualmente, ya no se hace y se ha perdido en el recuerdo.
Parece que las cosas cambian y que el tiempo pasa.
Un fuerte abrazo amigo.
P.D. Felicidades atrasadas amigo... últimamente ando muy liado.
Que post más bonito.
ResponderEliminarMi madre me ha contado muchas veces que cuando ella era mocita celebrabran mucho las Cruces de Mayo en los patios de vecinos.
Mi madre tocaba muy bien el acordeón y entre ellay sus hermanos formaban una orquesta, y dice que incluso los "señoritos" se pasaban por allí a que los convidaran.
Lo que daría yo por vivir esos tiempos...
Saludos
Apenas tengo recuerdos de las Cruces de Mayo por eso me interesa todo lo que leo.
ResponderEliminarPD. Felicidades con algo de retraso.
Estuve la semana pasada en la exposición sobre Sorolla del Museo de Bellas Artes y me encantó el panel al óleo "El baile" (La Cruz de Mayo), Sevilla 1914-1915. Una maravilla, qué colorido más fantástico y qué expresividad. Parece que tienen vida propia las cuatro bailaoras y el resto de mujeres presentes, nos mete de lleno en la escena y en ese precioso patio sevillano. Aquí lo tenéis:
ResponderEliminarSorolla
P.D.: Felicidades con retraso; he leído en el blog de Aguaó que naciste el mismo día que don Diego. Eso es un verdadero honor.
Saludos.
Yo con los exámenes y la boda estoy llegando a todas partes, así que en primer lugar perdón por felicitarte tan tarde.
ResponderEliminarRespecto a las cruces, yo la que he vivido más tiempo ha sido la de la plaza de Zurradores porque allí vivieron en un piso de estudiantes varios amigos mío ddurante unos cuantos años. La verdad es que eso de coincidir con los exámenes no hacía mucha gracia, pero así y todo se vivieron momentos inolvidables.
Hace tiempo que no voy a ninguna, pero sin duda es una fiesta que me gusta, aunque pensándolo bien ¿qué fiesta no me gusta a mí?
Un saludo.
En mi barrio pasó lo mismo, amigo Aguador. Durante años se celebraba una Cruz de Mayo que lamentablemente lleva años sin hacerse, aunque tengo muchos recuerdos de ella, eso si, solo recuerdos...
ResponderEliminarMuchas gracias por entrar en el blog, verdial, aquí tienes por supuesto tu casa. La verdad es que esas fiestas debían ser maravillosas. Simplemente los recuerdos que todos tenemos de ellas dan una idea de ésto.
Muchas gracias Glauca. Como siempre un placer que te pasees por estas cruces de mayo.
Gracias también Maria Azahar. Estuve en la exposición de Sorolla también y desde luego es muy recomendable. Un genio.
Para nada tienes que excusarte Zapaterior, al revés, muchísimas gracias. Exámenes y fiestas aunque no lo parezcan pueden ser compatibles. Y si no lo son, seguro que te encargas de conseguirlo. Al menos yo lo hacía (dicen que no hay que colgar toda la ropa en la misma percha...)
Saludos.