Volvemos a poner en estas Sevillanadas nuestra mirada en la Giralda, esta vez con objeto de indagar acerca de las causas que pudieron llevar a su construcción y los criterios artísticos que se siguieron durante la misma.
Para ello realizaremos un largo viaje a través de las montañas del Alto Atlas marroquí en busca de Tin Mal, una recóndita aldea donde se levanta orgullosa una mezquita que, a simple vista, bien podría pasar por un castillo gracias a las esbeltas murallas que la rodean, recuerdo sin duda de otros tiempos belicosos e inciertos.
Una mezquita simple y sobria, sin apenas adornos ni ornato, cuya sencillez compositiva únicamente altera el imponente alminar que se adelanta del muro que la cierra, como si intentara llamar la atención, lo cual estaría totalmente justificado no en vano fue el modelo a seguir por todos los alminares construidos durante el Imperio Almohade.
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Mezquita y alminar de Tin Mal Fuente: http://www.moroccoembassybangkok.org |