A decir verdad, no suelo fijarme casi nunca en estos pequeños detalles. Es mas, normalmente esta flor habría pasado desapercibida dentro de mi vida aceleradamente crónica y de mente dispersa. Incluso habría tenido todas las papeletas de cerrar su efímero ciclo vital bajo las suelas del 46 que calzo.
Pero, por una vez, no ha sido así. Y me alegro.
Necesitaba esta flor, necesitaba sentir algo distinto; necesitaba un señuelo de la próxima primavera; una promesa de que estos días grises pronto se van a acabar; necesitaba recordar el azul del cielo, volver a sentir en mi rostro la brisa que recorre los callejones del barrio de San Bartolomé, buscar de nuevo la sombra de los árboles de San Pedro; necesitaba oler a incienso y a azahar; quitarme de los labios el sabor a salitre de la Playa de Regla.
No se si fue el destino que la puso adrede en mi camino o es que, simplemente, estaba allí porque tenía que estar; sea lo que sea, entre tantos nubarrones me ha devuelto durante unos instantes la ilusión, que no es poco.
Os pido disculpas por tener tanto éste como el resto de blogs que suelo visitar y comentar abandonados estas últimas semanas, pero por varios motivos me ha sido imposible.
ResponderEliminarEspero que en breve empiece todo a volver a su cauce y pueda estar de nuevo al 100% o al 200%, que es como a mi me gusta.
De corazón, gracias a todos por estar ahí.
Un fuerte abrazo.
Bueno, aquí estás, como esa flor superviviente. Es un detalle que he visto en otras ocasiones (éste de la flor entre imposibles), pero nunca me pilló con una cámara en la mano. Es que casi nunca la llevo, ay...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
La ilusión, amigo Du, no debe nunca de perderse. Hay que levantarse siempre con una motivación extra para el día. Sea cual sea. Nunca hay que perder la ilusión por muy nubaldo que aparezca el horizonte.
ResponderEliminarY en cuanto al tiempo. Voto a tal mi General, pues vos, mejor que nadie, sabéis que el ocio es efímero y el deber prioriza nuestra vida.
Cuando tengas tiempo estaremos aquí. Esperándote. Y lo sabes. No te preocupes y atiende tus quehaceres más necesarios. Estamos a tus órdenes.
Un abrazo muy fuerte.
Siempre es una alegría ver brillar el arco iris, como ver su silueta a caballo, trotando sobre las olas, jinete de ensueño entre las olas de este mar de redes.
ResponderEliminarPrimavera de enero, lo llamo yo, aunque ese año haya que mirar detalles como esa flor para percibirlo.
ResponderEliminarPor muy ocupado que estés has tenido la sensibilidad de pararte y reflexionar, lo cuál hoy día es un logro (y tener la camarita a mano, como ya han dicho)
Saludos.
Se nota que eres un observador nato. Y por los callejones de San Bartolome , 'ay! esas callejas que son mundos, estrechos y llenos de historias'...
ResponderEliminarEspero te recuperes y te pongas como una moto ;-)
Antonio
Ains mi general, que son demasiados grises para tantos días… Es normal. Pero tal vez este fin de semana, con sus lluvias y todo, haya sido un respiro para más de uno… Yo encontré alguna flor, no física, no en el suelo, pero algunas cosas que te ayudan a recordar que hay otra vida que no es esta, otras vidas lejos de madrugones, y frío y teléfonos que no paran… hay otras cosas que de seguro vendrán.
ResponderEliminarKisses miles General, anímese que todo pasa.
Precisamnte Du, en San Bartolomé como usted sabe está la Alegría
ResponderEliminarSaludos
Doria
Todos necesitamos de vez en cuando una señal. Algo que te de ánimos para continuar cada día.Últimamente también yo necesito señales y sobre todo necesito parar porque mi vida va tan rápida y estoy tan inmersa en el trabajo que se me escapan miles de detalles. Vivimos en el mundo de las prisas y el extrés y a veces estaría bien poder tomarse unas pequeñas vacaciones o unas largas vacaciones para volver después de un tiempo renovados y con ilusiones. Crecer tiene sus cosas buenas y sus cosas malas ... ... Besos.
ResponderEliminarAmigo Du Guesclin, un placer verte por aqui. Lo de la vida aceleradamente crónica es algo que nos atrapa, es dificil soltarse. Precisamente mi paso diario por San Bartolomé (por motivos de trabajo)es de las pocas cosas que me sosiega y desacelera al día...que tesoro tenemos allí.
ResponderEliminarVerás como la tarde que menos te esperas un sol dorado del atardecer baña la Cuesta del Rosario...es, para mi la señal del cambio del tiempo.
Un abrazo!!!!
Lo que te decía, estoy tan estresada que puse estrés con x. Lo siento.
ResponderEliminarEstá claro que yo también necesito unas vacaciones pero es complicado. De momento, me conformaré con pequeños detalles como esa flor que encontraste en tu camino.Algo que me recuerde que aún existe un mundo ahí, en alguna parte. Lejos del taller y de pasar largas y largas horas modelando la arcilla.
ResponderEliminarJuanma por mi trabajo siempre suelo llevar una cámara en el coche (eso si, bastante escondida porque como está la cosa....)
ResponderEliminar¿Que me vas a decir, querido Aguaó...? Lo malo no es cuando el ocio es efímero, lo malo es cuando se echa de menos...
Pues ese arco iris, Luz de Gas estuvo a punto de hacer que me empotrara en el coche que iba delante. Y al final la foto tampoco quedó para enmarcar...
No lo niego, Zinquirilla, es un "al mal tiempo buena cara" en toda regla, y nunca mejor dicho.
En ello estamos, Antonio. Aunque "los eventos consuetudinarios que acontecen en la roa" no acompañen a veces...
Pues aquí estaremos esperándolas, Gata Roma, porque ya se están antojando necesarias.
Jeje, genial como siempre, amigo Doria.
Lo primero de todo, en la anterior entrada no pude hacerlo (de momento,espero comentar esta semana con mas tiempo) pero muchas gracias por tu visita, Fango, bienvenida!. Es muy interesante esa reflexión: estress, trabajo, monotonía... todo es una mezcla que prácticamente hace imposible que podamos seguir saboreando esos pequeños detalles y esas cosas sin importancia que siempre han pasado desapercibidas pero que, por mor de nuestra vida actual, llegamos incluso a añorar... Es quizás la tragedia no de crecer (pienso), sino de ser simplemente uno más.
Pues ya se está haciendo de rogar, Edward, porque últimamente la B no la saca nadie del meteosat....
Jeje, no te preocupes Tere, de momento los grandes gurús de la sevillanía critican los blogs, aún no se han metido en los comentarios.
Saludos y muchas gracias a todos, como siempre.
Tienes razón, lo malo no es crecer, el problema quizás radique en la falta de tiempo. No sé como andarás tú en el tema pero yo no tengo nada de nada de nada de esa palabra maravillosa que es el time. Mi trabajo me encanta y me siento afortunada por poder vivir de él pero eso mantiene ocupada gran parte de mi vida. Algunas veces me da muchas alegrías pero otras ... ... Seámos felices simplemente por tener pq la cosa anda fatal. Sí decirte, que me preocupa lo de la faltita pero ya sabes que últimamente mi cabeza está en otros lugares. Besos.
ResponderEliminarQue bellas fotos, y que sensibilidad tienes para captar las cosas más sencillas, como esa flor.
ResponderEliminarUn abrazo
Una flor siempre es una maravilla.
ResponderEliminarsobre todo cuando fué lo que necesitabas en esos momentos, que a todos a veces en nuestra vida se nos presentan y no podemos salir de ellos. Que sea bendita, no por ser flor sino por el bién que te hizo. Adelante, a la tarea, que la vida es eso...
Tu eres de los mios, de los que miran al suelo, los charcos y las cosas como esa que la flor te enseña, cosas pequeñas que dan, de repente, ganas de tener ilusión por nada y por todo.
ResponderEliminarMe ha encantado tu entrada. De las que mas me han gustado, sencilla y muy del alma.
Un beso.
La verdad es que ya van demasiados días de lluvia y a los que nos gusta pasear por nuestras calles bajo los rayos del Lorenzo, tendríamos que hacer célebre esa canción de El Arrebato que nos dice "que salga el sol por donde quiera, pero que salga de una vez...
ResponderEliminarGran entrada Sergio.
Saludos!!
Ea, pos ya los has conseguio!. Mas puesto tierno del tó!. Ya lo que te queda es poner el fondo del blog rosa palo.
ResponderEliminarUn abrazo poeta!