5 de abril de 2008

¿Salvemos? el lince....

Mucho tiene que cambiar la cosa, pero todo indica que el lince ibérico está definitivamente condenado a la extinción.

Además de esquivar coches, sobrevivir a los rocieros, evitar enfermedades y buscar los escasos conejos que todavía quedan vivos, un nuevo obstáculo ha surgido en la carrera por la supervivencia de estos pobres animales, y es que ahora además tienen que protegerse de las negligencias de los encargados de salvarlos. Muy negro pinta su futuro...negrísimo.

El caso de Clavo, un macho de dos años hallado muerto esta misma semana, es para que los desgraciados felinos se echen a temblar. Es increíble como un lince radiomarcado con un collar puede morir de hambre en unas instalaciones de la Junta preparadas especialmente para su protección.

Sobre el papel, Clavo era uno de los animales mas protegidos de toda Andalucía. Con un collar de geolocalización que transmitía señales constantemente a un grupo de especialistas encargados de controlar su posición y que tienen un presupuesto de 26 millones de euros anuales (cabe a poco menos de 2 millones de euros por lince...); dentro de un recinto especialmente preparado y acondicionado para albergar ejemplares de su misma especie; en un espacio natural protegido para favorecer su vida en libertad.

Pues nada, por increíble que parezca madie se había dado cuenta que el pobre Clavo estaba atrapado en este recinto y ha muerto de hambre y de sed. Tremendo.

Al final vamos a tener que dar gracias de que queden 50 linces vivos, porque anda que si hubiera que proteger 50.000 ejemplares….

3 comentarios:

  1. Paradójico y triste, desafiante atodas las leyes de l evolucón...
    Pásate por mi blog quetienes una cosa esperándote.
    Kisses

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  2. Es muy triste. Tristísimo. La extinción del lince, algo que, como bien has dicho, veo muy cerca, resumiría lo que estamos haciendo.

    La verdad es que yo también lo veo muy negro.

    Un fuerte abrazo.

    P.D. Me he permitido la licencia de agregarte a mi blog.

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  3. Es triste, conozco de cerca, a algun voluntario de los que han colaborado en labores del parque de Doñana, y me consta que se esfuerzan muchísimo por todos los animales que pueblan el Coto, pero esta claro que esta vez han metido la pata.

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