Leo en diferentes medios de comunicación que se van a realizar en los próximos meses unas excavaciones arqueológicas en el entorno del Stonehenge para intentar probar que el lugar era “una versión neolítica del santuario de Lourdes”(sic).
No voy a menospreciar unos restos arqueológicos de mas de 4000 años de antigüedad, pero es increíble como le pueden sacar tanto partido estos ingleses a todo. Y si ya hablamos de sus alumnos aventajados, los estadounidenses, es para quitarse el sombrero como un país con apenas 200 años puede copar hora tras hora la programación del Canal Historia únicamente a base de documentales del Oeste, de la Segunda Guerra Mundial y de la Coca-Cola.
Unas páginas mas abajo, en el mismo medio, aparece una entrevista realizada a Francisco Fernández Pardo con motivo de la publicación de su libro “Dispersión y destrucción del patrimonio artístico español”, donde, como no podía ser de otra forma, ocupa un lugar de honor la ciudad de Sevilla, para el autor “la ciudad más expoliada de Occidente en materia de pintura”.
Desde luego las comparaciones son odiosas, pero mas aún cuando duelen.
Mientras por encima del Canal de la Mancha tratan de inventarse la historia de unos señores que apilaban menhires en forma de círculo, en el Valle del Guadalquivir florecía Tartessos, una de las civilizaciones mas importantes y prestigiosas de la antigüedad, que es mencionada en muchos documentos relevantes de la época (Antiguo Testamento, escritos de Herodoto, Pausanias, Plinio …); que dejó huella en la tradición y mitología de culturas tan importantes como la griega (los toros de Gerión, etc…) y que nos ha legado joyas como el Tesoro del Carambolo que dan una idea del alto grado de desarrollo que había alcanzado.
Hasta ahí todo perfecto, el problema estriba en que tenemos una sustancial diferencia con los ingleses, y es que a día de hoy no se sabe exactamente donde estaba Tartessos: si en Cádiz, en Sanlúcar, en Sevilla, en Huelva.
No me cabe duda que si Tartessos se hubiera desarrollado a orillas del Támesis, hoy dispondríamos de la genealogía completa de los reyes británicos desde Argantonio hasta Isabel II, amén de parques temáticos, series de televisión y demás merchandising. Pero Spain is different, y por no saber, no sabemos ni siquiera si se trataba de una ciudad o una civilización. Si es que somos un encanto…
En Andalucía hay dólmenes y monumentos megalíticos también importantes pero ni se les echa cuenta.Es lo que hay...
ResponderEliminarPor cierto, una pena lo de las pinturas...
Saludos.
Sevilla y por ende Andalucia saben sacar partido a unas pocas retazos de la cultura e historia, fundamentalmente el Barroco (que a mi me encanta) y el arte islámico (también me gusta, pero hay que reconocer que es una pieza fundamental de la dictadura progre chavesiana).
ResponderEliminarOtras manifestaciones artísticas pasan totalmente de largo para los turistas y para nosotros mismos, caso del arte mudejar (ay, Santa Catalina), lo visigótico (practicamente desaparecido gracias a los tolerantes musulmanes) o el arte reanacentista.
Me ha tocado uno de mis puntos débiles con Santa Catalina. Es increíble que una iglesia con tanta historia y tanto valor artístico esté en ese estado y lo que es peor, sin fecha de recuperación.
ResponderEliminarUna muestra mas de como se suelen hacer las cosas por estos lares.
Saludos.