Atemporal. Quizás sea ésta la palabra que mejor defina la Plaza de las Cruces, posiblemente el único lugar de Sevilla en el que la misma vida puede ser algo prescindible.
Atemporal porque sus baldosas no se cubren de hojas secas con los primeros compases del Otoño, ni hay flores que vistan de colores la llegada de la Primavera, ni árboles que proporcionen la sombra necesaria para escapar a los calores estivales.
Al contrario, las estaciones pasan de largo, se pierden entre las callejuelas que la rodean arrastradas por el viento, como los ríos de turistas que atraviesan en busca de esa imagen típica y tópica que aquí raramente podrán conseguir.
Es curioso, pero quizás ahí radique el encanto de este hueco abierto en pleno barrio de Santa Cruz: en la simpleza de su propuesta, un pequeño basamento escalonado y tres columnas rematadas por las mismas cruces. Sobriedad y sencillez en pleno corazón de esa Sevilla fastuosa y alegre que se abre a muy pocos metros.
Antiguo cruce de los Cuatro Vientos, ampliada en los primeros años 40 tras demolerse el edificio que ocupaba la casi totalidad de la plaza que hoy conocemos, sus paredes nos recuerdan que hubo un barrio de Santa Cruz anterior a la Exposición del 29, un barrio de Santa Cruz anterior a los Aníbal y Talavera, un barrio de Santa Cruz anterior al regionalismo, un barrio de Santa Cruz anterior al mismo barrio de Santa Cruz, un barrio de casas modestas y sencillas que ya no tienen otro testimonio que las tres fachadas que la delimitan.
Rincón anclado en el tiempo donde aún es posible respirar el silencio y deleitarse observando como tres siluetas se recortan en ese tapete azul que es el cielo de Sevilla.
Hermosísima plaza, atávica, dan ganas de dar los "buenos días". Casi más propia de Córdoba, ¿no te parece?
ResponderEliminarAbrazos.
Me encanta esta plaza, sí, atípica y bellísima a la vez.
ResponderEliminarUn beso galante :P
Buenos ratos pasé de niño en ella. Cuando salíamos del Mesón del Moro, Colegio San Isidoro, nos ibamos a jugar allí a unos futbolines que había precisamente en la fachada de la fotografía.
ResponderEliminarLa frecuento mucho pues es paso desde San Nicolás, donde paro bastante, a Modesto, El Toboso o bien a tomar una copa en el Mariscal.
Un abrazo.
Hermosa plaza que es triunfo de lo sencillo frente al barroquismo de la Hispalis gloriosa.Me gustaba mucho cuando la frecuentaba al salir del Colegio San Diego.
ResponderEliminarLa paso casi a diario y no he visto lugar más sencillo y simple pero estareis conmigo, que tan sólo si miras a las y te concentras en el conjunto de barandas-faroles-cruces, porque si abres un poco el foco y observas la bisutería que hay alrededor, se te caen los palos del soberao.
ResponderEliminarPor ello es más recomendable una vez oscurecido el día.
Saludos.
Hace poco estuve por allí de noche y que bonito rincón
ResponderEliminarPues sí, Juanma, es una plaza diferente que curiosamente se enclava en pleno corazón de la ciudad.
ResponderEliminarOtro beso para tí, Zapateiro.
También pasé algunos meses en mi caso en esa plaza, no cogé ventaja, aunque en mi caso por trabajos de la facultad. Por cierto, a ver si algún día tomamos una copa en alguno de los bares que citas, jeje.
Sin duda un magnífico contrapunto a la Sevilla de los tópicos, Juan Antonio.
Sin duda de noche las cosas se ven mejor, Doria, sobre todo cuando cierran los comercios...
Un rincón para evadirse del mundo, Luz de Gas.
Saludos.
Siempre que puedo paso por ahí.. está como anclada en el tiempo... ese viejo hostal... esa calle sin salida ... imposible no soñar cuando se pisa...
ResponderEliminarComentamos los dos a la vez, Antonio. He de reconocer que yo tuve pesadillas (me suspendieron el trabajo que comentaba antes), pero afortunadamente ya me he reconciliado con la plaza (no con el profesor, actual compañero, que me puso el suspenso).
ResponderEliminarSaludos.
En verdad que las estaciones no pasan por ella, pero su sencillez la hace una de las plazas más bellas de Sevilla.
ResponderEliminarUn abrazo
La foto está tomada junto a la casa natal de mi madre, donde desarrolló su infancia y juventud
ResponderEliminarNo podría ser objetivo .al comentar ésta entrada...
Rincón de Sevilla que nos traslada a un pueblo cualquiera de nuestra Andalucia, así veo yo a esta placita.
ResponderEliminarUn saludaso enorme, y hay que ve perderte el sábado, no puesé.
No se prive amigo, ponga fecha y hora y será un placer compartir unas copichuelas.
ResponderEliminarUn abrazo
Mi querido general un cálido saludo,poco a poco retomo la actividad cotidiana,preciosa plaza eterna en el tiempo a pesar de todo lo que gira su alrededor.
ResponderEliminarEspero tener un rato en los proximos días para ponerme al día con tus post siempre acertados,elegantes y llenos de historia.
Un fuerte abrazo.
Un gustazo pasear por esta plaza. Y llevas razón, único vestigio de lo que era el Barrio de Santa Cruz. Recuerda a algunas partes del centro de Córdoba y Granada. De todas formas a mi me encanta la reurbanización que se hizo; "bendito engaño".
ResponderEliminarUn abrazo!!!
Hola.
ResponderEliminarTe he agregado a mi lista de blogs en la sección"Y además del deporte"
Saludos
puerta15.blogspot.com
¿Qué arquitecto la hizo?.La Plaza de las Tres Cruces
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