3 de junio de 2010

Tres Jueves hay en el año...

Tres Jueves hay en el año que relucen más que el Sol…” y hoy era uno de ellos, Corpus Christi. El problema es que el astro rey, con afán de protagonismo tras los meses que se ha llevado oculto por los temporales, no se conformó con cumplir el guión establecido y simplemente “relucir”, sino que dio una vuelta de tuerca al asunto y desde primerísima hora de la mañana nos obsequió con una gama de temperaturas sofocante.

También suele decirse que “persona precavida vale por dos” y, ya que tiramos de refranes, “hasta el 40 de Mayo no hay que quitarse el sayo”. Las señoras de la imagen tuvieron todo ésto en cuenta y de esta forma hoy, día 34, no habían guardado aún el paraguas en el altillo, con lo que pudieron hacer más llevadera la calor además de brindarnos una de las imágenes más pintorescas de la jornada.

Haciendo un ligero resumen, mucho calor y menos gente que otros años (al menos esa es mi impresión) en esta mañana de Corpus. Mañana en la que volvieron a sucederse las estampas clásicas de siempre, como los niños carráncanos abriendo el cortejo sobre la alfombra de romero esparcida por las calles desde primera hora; estampas sublimes, como esa que nos deja la simple presencia de la Inmaculada Concepción, personalmente una delicia; o estampas caducas, ya que si no se producen los típicos retrasos o cambios de planes, éste debería ser el último año que salieran las procesiones bajo las catenarias del Metrocentro.

Volvió a verse la estampa majestuosa que regala San Fernando a su salida por la Puerta de San Miguel; a sucederse estampas de devoción al paso de la Sagrada Custodia; o esa estampa extraña que siempre ofrece el Cristo de la Cena en solitario bajo las puertas del Palacio Arzobispal; y como no podía ser de otra forma, tampoco faltaron esas estampas que nos transportan a la primera plana de la actualidad, sobre todo en lo relacionado con el desfile y honores a rendir por la representación del ejército, muy ovacionado por cierto.

En definitiva, que a pesar de las inclemencias meteorológicas que tanto nos están condicionando este año, Sevilla volvió a vivir uno de sus días grandes, una de esas jornadas en las que se viste de gala, se despoja de sus típicas vestiduras y se transforma, lo cual siempre es de agradecer y de celebrar: señal de que hay vida.

3 comentarios:

  1. Maravillosa plantacion de setas en la Avenida.lo que me pregunto es como despues de este invierno tan mojaditos todavia le sobreviven los paraguas.Quizas sera por que es casa buena y los habran comprado en " Casa Rubio"

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  2. En verdad que es uno de los días grandes de nuestra ciudad, y también de los más bellos...

    Besos

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  3. Como he disfrutado esta entrada mi general,las fotografías y todo lo que comprende ese día tan señalado.

    Te cuento que en mi país es típico el día de Corpus Christi en la figura de los Diablos danzantes de Yare,se remonta al Siglo XVIII, siendo esta la hermandad más antigua del continente Americano.

    Para hacertelo cortito llegan a la iglesia y es cuando se establece una especie de lucha entre los diablos y la custodia. Finalmente, los diablos se rinden ante el Santísimo y se arrodillan en señal de sumisión, de esta forma representan la victoria del bien sobre el mal.

    " se hace una danza ritual de los llamados diablos danzantes, los cuales visten trajes coloridos (Normalmente completamente de rojo), capas y máscaras de apariencia grotesca, además de adornos como cruces, escapularios, rosarios y otros amuletos.

    Los Diablos danzan al son del repique de la caja, un tambor típico"

    Un abrazo mientras busco la copla o letra que nos hable de este día.

    Saludos te manda Manuel tambien...ABRAZOS.

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