Personalmente he de reconocer que no es que tenga muy arraigado el espíritu navideño, ni mucho menos; pero como decía Dama en la entrevista que le hizo el gran Juan Duque en su Radio Luz de Gas, el simple hecho de ver tanta gente alrededor ilusionada y feliz tarde o temprano termina contagiándote, aunque en mi caso sea en pequeñas dosis.
Esa alegría popular en estas fiestas queda refrendada al pasear por el centro de la ciudad, con las calles abarrotadas de familias que disfrutan de estos días de descanso (afortunados….), de niños con globos que esperan ilusionados las colas de los belenes, de abuelos que anhelan encontrar ese regalo que arranque dentro de unos días la sonrisa del nieto, de parejas enamoradas que buscan en las vitrinas de los escaparates ese detalle que estreche aún mas sus lazos.
Sevilla cambia sus ropajes, se transforma, se viste de gala física y anímicamente. En los lugares mas habituales y cotidianos de repente aparecen otras gamas de colores, se escuchan las canciones de toda la vida que estaban almacenadas en los rincones del olvido desde hace meses, afloran nuevos olores, nuevos sabores, nuevas sensaciones que, en realidad, son las de siempre, pero que llevan ocultas el resto del año. Esta es su hora, la hora de la Navidad.
De esta forma, la ciudad nos deja una serie de estampas e instantáneas únicas; momentos que solo pueden darse en estas fechas, momentos que, a fin de cuentas, hacen que la Navidad sea diferente.
La imagen mas característica y tradicional siempre nos la suele brindar la iluminación de las calles y edificios emblemáticos, aspecto que en Sevilla se reduce a “edificio emblemático” (o Ayuntamiento) y calles aledañas (con alguna que otra incursión extrarradio).
Ya sea por los efectos de la dichosa crisis, por una pretendida conciencia ecológica, por no hacerle sombra al solsticio de invierno o por simple dejadez, el alumbrado navideño de las calles me ha parecido este año algo escaso, simple y, por qué no decirlo, cutre. Basta con darse un paseo por la Plaza de la Encarnación y ver la decoración de los árboles, sin mucho sentido ni estética. Quizás parte del problema sea que no quedan huecos en los naranjos para poner luces ni adornos, ya que con esto de no recoger las naranjas…
Otra estampa navideña que cada año está más extendida y gana más adeptos la podemos ver en las fachadas de los edificios particulares, donde los vecinos aportan su cuota de luz y colorido a la Navidad engalanando los balcones y ventanas de sus casas.
Cierto es que por estos lares somos muy dados a expresarnos colgando cosas del balcón: la bandera blanca y verde el Día de Andalucía cuando aún era el Día de Andalucía; las hojas de palma el Domingo de Ramos, los faldones carmesíes en Semana Santa o las banderas de los equipos de fútbol cuando sus centenarios… Si encima tenemos la oportunidad de colgar algo lo mas llamativo posible y que capte la atención de los vecinos, mejor aún.
Es por ello un arma de doble filo, ya que si bien por un lado encontramos algunos edificios que están engalanados de una forma bastante elegante, también podemos ver auténticos popurrís de elementos navideños que, en algunos casos, provocan “inquietudes” cuando menos….
De esta forma en estos días son pocos los balcones que quedan libres de tener entre sus rejas un Papá Noel, un Rey Mago o, sobre todo, una imagen serigrafiada del Niño Jesús, auténtica estrella de este año, en sus múltiples modalidades: pequeños y grandes, con potencias y sin potencias, sobre fondo carmesí o con el Arco de la Macarena, con letrero o sin letrero… Incluso ya se puede intuir la evolución que va a tener esta moda para el año que viene en algunas casas en las que está colgado el Belén completo.
El catálogo de Niños Jesús este año parece infinito, aunque en algún que otro sitio se ha realizado una reinterpretación algo extraña del mismo mas cercana a los cánones estéticos de Tim Burton que a las tradicionales tiendas de belenes de la calle José Gestoso…
Mención honorífica merecen también los esforzados Papá Noel que, en muchas casas, mas que escalando las rejas del balcón parece que están ahorcados en ellas. Como en el caso del Niño Jesús, también tenemos alguna que otra reinterpretación al respecto, como en esta imagen donde mas que a Santa Claus trayendo regalos parece que tenemos al mismísimo Curro Jiménez asaltando una casa….
Papá Noel camuflado, calle San Luis
Pero si hay una estampa entrañable y característica en estas fechas (al menos para mi), esta es sin duda el Portal de Belén, el célebre Nacimiento.
Belenes hay de todo tipo, desde los célebres masificados de Villasís, Corte-Inglés o antigua Caja de San Fernando, hasta auténticas joyas que podemos encontrar en algunas iglesias que, sin tanta grandiosidad ni extensión, reflejan el verdadero sentido de estas fiestas, o lo que se pretende de ellas.
Belenes del Arquillo del Ayuntamiento y del Hospital de San Juan de Diós
Personalmente recomiendo el Belén expuesto en la Iglesia de Montserrat, simple y sencillo, pero realizado con un gusto exquisito; y por supuesto el de la Iglesia de San Marcos, una maravilla en todos los sentidos, ya que además de la belleza que encierra, une el atractivo de que sus figuras están animadas y sobre todo que es narrado, siendo un espectáculo digno de ver. Realmente merece la pena acudir a este templo de la calle San Luis para sentarse en sus banquetas y disfrutar de este bello espectáculo.
Otras estampas navideñas
A continuación tenemos aportaciones de amigos en las que podemos contemplar mas estampas de la Navidad en otras ciudades y en Sevilla. Todo aquel que quiera participar sólo tiene que enviarme las imágenes a sevillanadas@gmail.com y gustosamente las publicaré en esta entrada.
Arcos de la Frontera (Cádiz)
Curiosa la iluminación navideña de la preciosa ciudad arcense, que hace dudar si en sus calles se está celebrando la Navidad o un Festival de cine erótico…. Afortunadamente este “desliz” queda eclipsado por el fantástico Belén Viviente que se celebra en sus calles, el cual merece muchísimo la pena visitar. La fotografía la aporta Ester Vega.
Plaza de la Corredera (Córdoba)
El amigo Juanlu nos envía estas imágenes de esta bella plaza cordobesa adornada por un árbol de navidad junto a otra imagen de un Belén situado en uno de los famosos patios de vecinos de la ciudad de los califas.
Ermita de la Virgen de la Sierra (Cabra, Córdoba)
Otra bella imagen de la Navidad andaluza, en este caso un Nacimiento a los pies de la egabrense Virgen de la Sierra. La aportación la realiza Duende del Sur.
Belén de Chocolate y Mazapán (Rute, Córdoba)
Belén de Plastilina del C.E.I.P. Pío XII (Sevilla)
Esta son las imágenes del simpatiquísimo belén de plastilina que han realizado los niños del Aula Matinal del CEIP Pío XII, en Sevilla. Tampoco falta detalle, aunque sea menos goloso que el de Rute seguro que está hecho con el mismo cariño. Gracias a Miriam y a Ester.