28 de abril de 2008

Autorretrato cofrade

Mi infancia son recuerdos del Señor de Sevilla
y la voz de una saeta entre los naranjos del Museo;
mi juventud, veinte años delante del palio de Las Angustias;
mi madurez folios en blanco que, con la venia de la lluvia, escribir quiero.

Este podría ser mi Autorretrato cofrade. Veinte años de terciopelo morado, veinte madrugás, veinte cirios, veinte entradas en Campana…y veinte años sin ver al Señor de Sevilla en la calle. Casi nada.

Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.

Esta mañana he vuelto a pisar esa senda. Después de dos largas décadas, el Gran Poder y yo cara a cara bajo el cielo de Sevilla. Tan cercano y tan distante.

Delante mía estaba el Señor de Sevilla, pero también estaba mi infancia, también estaban los paseos por el barrio de mi abuelo, por su calle Teodosio; también estaba esa coca-cola del Sardinero, el bocata de queso de don Pedro Niño; por no faltar, estaban incluso los dibujos del murito de la calle Torneo.

Las hojas del almanaque se han plegado, han retrocedido 20 años, toda una vida, toda mi vida.

Pero todo lo perdemos,
y todo nos perderá.

No se cuando volverá a repetirse este momento. Veinte años, cuarenta, cincuenta… cuanto mas tarde mejor, buena señal. Entonces tenía una vida; hoy tengo otra. No tengo ni idea de cómo será la próxima vez.

Mis abuelos ya no están; hoy he ido con mi novia y con mi padre; quizás cuando volvamos a estar frente a frente me acompañen mis hijos, o mis nietos, o nadie.

A preguntas sin respuesta,
¿quién me podrá responder?

Aclaro las continuas referencias machadianas de la entrada: mi abuelo no me contaba cuentos, mi abuelo me recitaba poemas de Machado y de Federico. Así que esta noche volveré a soñar con caballos de cartón. Veinte años después...

10 comentarios:

  1. Machado y tus palabras han encendido un poco más esta mañana de lunes.
    Que bien lo dices.
    Gracias

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  2. Como dijo Lúz de gas, muy bueno para un lunes, y muy bueno tu abuelo, de hecho Lorca a veces es mas comprensible para un niño, que para muchos adultos.
    Espero que tu próximo encuentro con el Señor de Sevilla sea igual de emotivo, y que no se demore mucho…
    Kisses

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  3. Precioso el texto... como Gata te deseo que la proxima vez que veas en la calle al Gran Poder sea igual de especial.

    Un saludo

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  4. Pues quizás si lo hubiera conocido le habría dado las gracias a tu abuelo por recitarte versos de esos dos grandes en vez de leerte cuentos.

    A mí mi abuelo me cantaba coplas, tampoco me contaba cuentos, y también me dejó una valiosa huella y un gran legado: ser bética.

    Me alegro mucho de tu reencuentro con EL, pero más me alegro aún de que lleves 20 años con la Virgen de las Angustias. En eso somos hermanos.

    Gracias por tu post, me ha encantado.

    Un saludo.

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  5. Querido amigo. Magnífica entrada llena de vivencias. Fue mi abuelo también, quien me dió orgulloso, el testigo de acompañar al Galileo de San Lorenzo. Desde entonces, él y mi tio, me esperaban sentados en esa plaza para verle a Él, y de paso, darme un breve saludo lleno de amor. Tu entrada me trae muchos y nostálgicos recuerdos. No tengo palabras para darte las gracias.
    Un abrazo.

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  6. una verdadera maravilla. Enhorabuena

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  7. Querido Du Guesclin, una entrada sublime. Genial. El Señor de Sevilla y Su Madre tienen algo que hace estremecerte en un escalofrío. Sin embargo, sabes que no es malo, que eso que te recorre el cuerpo, es la sensación de saber que estas ante el Hijo de Dios.

    Una bella entrada. Enhorabuena amigo.

    Un fuerte abrazo.

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  8. Muchas gracias a todos por los comentarios; si ya de por sí el hecho de que alguien comente una noticia es agradable, como podeis suponer en este caso se agradece mucho mas.

    Luz de gas, me alegro haberte hecho mas amena la mañana del lunes, así como de que te haya encantado la entrada.

    Gata Roma, estoy de acuerdo por supuesto en lo de Lorca, pero sinceramente, me encantaría que ese encuentro se demorara mucho, muchísimo, y a ser posible que la próxima vez vuelva a ser en otra salida extraordinaria; eso sería señal de que todo marcha bien.

    Amigo Ivan (me permito la licencia de llamarte por tu nombre, según he visto en tu blog, porque llamarte "entre san bernardo y la oliva" es un poco largo...) como le digo a Gata, espero que sea dentro de muchos años la próxima vez, así que de momento me tendré que conformar con ver tus excelentes fotografías.

    Zapateiro, grande tu abuelo. Y grande tu cofradía. Para mayor coincidencia, mi abuelo también me inculcó un equipo de fútbol, aunque en este caso se quedó en Nervión. Pero bueno, como diría M. ende, esa es otra historia que debe ser contada en otro momento, ya que si bien yo no me escapé de su afición por el Sevilla, no pudo el pobre decir lo mismo de su propio hijo, es decir, de mi padre...

    Gracias pellejerito por tus palabras, y ya sabes, aquí tienes tu casa cada vez que quieras.

    Herodes, gracias a ti por compartir tus recuerdos en este blog. Quizás alguna vez nuestros abuelos hayan esperado juntos la llegada del Señor. Quien sabe.

    Capillita, me alegra que te haya gustado la entrada y como le dije a pellejerito, cuando quieras esta es tu casa.

    Amigo Aguaó, mas o menos es la sensación que hee tenido, aunque supongo que no es nada comparado a lo que debe sentirse viéndolo sobre su monte en la madrugá. Pero bueno, como dije antes, tampoco lo cambio por mi terciopelo morado.

    De nuevo, mil gracias a todos.

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  9. magnifica entrada ,espero que el de la portentosa zancada y que todo lo puede te siga iluminando para tan bellos textos,salud y amor hermano

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Comentarios: