22 de abril de 2009

Los chiqueros de la Plaza de San Francisco

Pese a estar en una de las zonas céntricas e históricas de Sevilla, la calle Cabo Noval no es que sea precisamente de las mas conocidas de su callejero. Un ejemplo de su escaso peso específico en la trama urbana de la zona lo pone de manifiesto el hecho de que aún esté permitido aparcar en ella.

Calle de paso, y ni siquiera eso, enclavada entre la alegre Hernando Colón y la bulliciosa Avenida de la Constitución, estar a la espalda del Banco de España le confiere una constante sensación de penumbra y oscuridad, acentuada por el hecho de no tener salida en uno de sus extremos.

A pesar de estos poco halagüenos antecedentes, en esta entrega vamos a desplazarnos hasta esta calle, concretamente al número 3, entre el antiguo Bodegón Pez Espada (hoy Taberna el 10) y la histórica tienda de F. Cuevas, donde se encuentra uno de esos edificios que suelen pasar desapercibidos para todo el mundo, entre otras cosas porque tampoco es que a simple vista tenga nada digno de destacar.

Y es que desgraciadamente en nuestro mundo acelerado muy pocas veces miramos a nuestro alrededor y, en caso de hacerlo, siempre suele ser de una manera tan fugaz y poco atenta que normalmente dejamos atrás detalles que en ocasiones pueden ser bastante interesantes.

Este número 3 es un inmueble deshabitado, a todas luces en un pésimo estado de conservación, como ponen de manifiesto los apuntalamientos de algunos de sus ventanales; que en un rápido análisis visual nos ofrece poco mas que los últimos restos de un pasado comercial del que ya sólo quedan unos soportes oxidados que seguramente sostenían algún tipo de cartelería publicitaria, muy al gusto de la Sevilla de la segunda mitad del siglo XIX.

Edificio típico de los que, siendo realistas, nos encontramos a puñados por las calles de Sevilla, en similares condiciones y con similar futuro, porque las rehabilitaciones que se derrumban por obra y gracia de la ley de la gravedad (algo así como el Espíritu Santo arquitectónico) son una realidad tan sangrante como cierta. Lo dice uno que ha sido partícipe de alguna que otra, honestidad ante todo.

Presidido por la gastadísima y poco legible placa de mármol que recuerda las gestas y hazañas del cabo asturiano que da nombre a la calle, héroe de las guerras de Marruecos y por tanto a salvo de la Ley de la Memoria Histórica (al menos de momento...), poco mas puede ofrecer este viejo edificio para todo aquel que busque entre sus paredes algo especial o fuera de lo habitual.

Poco mas salvo un pequeño detalle, apenas perceptible si uno no conserva una buena vista (o eso creo, hace años que no piso una óptica) y una manía cuasi obsesiva por escanear visualmente todas las piedras que encuentra a su alrededor; un pequeño detalle que, a mi entender, otorga a este edificio la categoría, cuando menos, de interesante.

Y es que si buscamos poco mas arriba de la cornisa, casi tapados por las ristras de jaramagos que han crecido tras las últimas lluvias y por la techumbre provisional que alguien ha colocado con el objetivo de frenar una mas que segura gotera en la planta alta, encontramos tres azulejos decorativos que adornan en puntos simétricos el pretil todavía carmesí de la azotea en los que se reflejan distintos lances de la tauromaquia.

Casualidad o causalidad, vaya usted a saber si estos azulejos fueron colocados por capricho del antiguo dueño del inmueble o rinden homenaje al pasado taurino de la vieja calle Batiojas. Hasta ahí no llego, soy sincero, aunque intuyo que no van muy desencaminados los tiros hacia lo último dados los colores, eminentemente taurinos, con los que está pintada la fachada.

La intención de la presente entrada es bucear algo en la historia de estos festejos, en su relación con Sevilla y arrojar un poco de luz sobre estos azulejos de la calle Cabo Noval, al menos antes de que alguien aseste el piquetazo definitivo al edificio.

Las corridas de toros, para algunos la fiesta nacional aunque otros muchos, entre los que me encuentro, no estemos tan de acuerdo, es casi tan antigua como este mismo país. En eso no hay discusión. Y tampoco pretendo entablar polémica alguna al respecto, para eso hay otros foros y otros debates.

De origen musulmán, como cuenta Larra en un maravilloso artículo sobre los orígenes de la cosa taurina, en un principio su ejecución estaba reservada a la nobleza, que se encargaba de “correr los toros” a caballo, entrando el pueblo al final de la función para poner punto y final a la existencia del maltratado animal.

Fue en el siglo XVIII, con la entronización de los Borbones en España en la persona de Felipe V y la importación de sus refinadas costumbres ilustradas francesas, cuando la aristocracia comenzó a desligarse de la fiesta, que quedó exclusivamente en manos del pueblo llano.

Un pueblo cuya primera reacción fue adaptarla a sus necesidades y posibilidades, con lo cual la tauromaquia bajó definitivamente de lomos de los caballos, ya que eran un lujo que no todos se podían permitir: el toreo pisaba el suelo y de camino surgían las primeras leyendas taurinas con los Costillares, Pepe Hillo o Pedro Romero.

Como es de suponer, antes de que se construyeran los cosos taurinos, las corridas se celebraban en lugares espaciosos del interior de las ciudades, que a la sazón se reducían a dos o tres sitios, ya que si por algo se caracterizaba nuestra herencia urbanística musulmana era precisamente por la ausencia de plazas y zonas amplias.

Es por ello que cuando, allá por 1405, se celebra uno de los primeros festejos taurinos en la ciudad de Sevilla con motivo del nacimiento del primogénito de Enrique III, que pasó a la historia como El Doliente, el lugar elegido para instalar el coso estaba en los aledaños de la Catedral y del Alcázar. También se tiene constancia de la celebración de corridas en la plaza del Duque, donde en 1628 la desaparecida hermandad de las Negaciones y Lágrimas de San Pedro patrocinaba un festejo a su costo.

Pero como es de suponer era la plaza de San Francisco el enclave favorito de los sevillanos a la hora de “correr” sus astados.

Su condición de plaza principal de la ciudad, en ausencia de una Plaza Mayor al estilo castellano y la presencia de edificios notables como las Casas Consistoriales, la Cárcel Real o la Audiencia motivaron que la de San Francisco fuera escenario habitual de eventos importantes tipo torneos, autos de fe o procesiones religiosas como el Corpus o la Semana Santa, que aún hoy la tienen como tránsito obligado. Las corridas de toros también eran unos de estos espectáculos, sobre todo teniendo en cuenta que su celebración siempre obedecía a algún evento festivo, ya fuera una coronación, un natalicio, una canonización o simplemente un homenaje.

Una de las calles que partían de la Plaza de San Francisco era (y es) la actual Cabo Noval. Su antiguo nombre, Batiojas o Batehojas, se debía a que en ella asentó el rey Fernando III a los batidores de oro una vez consumada la reconquista de la ciudad.

Esta asignación no fue arbitraria, ni mucho menos, ya que dicha vía se enclavaba dentro de uno de los principales núcleos comerciales de la Isbilya musulmana, la Alcaicería de la Seda, un complejo entramado de callejuelas y comercios en el que prometo detenerme mas tranquilamente en una próxima entrada.

La fisonomía de la calle Batiojas distaba mucho de la que conocemos hoy en día ya que, para empezar, no estaba cortada sino que tenía prolongación y salida hacia Alemanes, siendo además atravesada por mas calles y no sólo por Florentín, como sucede en la actualidad.

Sin embargo la condición de ser paralela a otras dos vías importantes como la calle Génova (actual Avenida de la Constitución) y Tundidores (actual Hernando Colón), así como el ocaso y desaparición definitiva del zoco musulmán enclavado en sus aledaños, hizo que se le asignara un papel secundario en el desarrollo urbano de esta zona de la ciudad, de forma que como ya se ha referido perdió incluso una de sus salidas.

Pero no hay mal que por bien no venga, o eso debieron pensar los sevillanos mas taurinos, que aprovechando el saco roto en que acababa la calle y que era la que menos importancia tenía de todas las que llegaban a la Plaza de San Francisco, no dudaron en usarla como chiquero y toril en las corridas que se celebraban en la misma. Llámese reciclaje o reconversión urbana, lo cierto es que no solo hay testimonios escritos que dan fe de ello, sino que también tenemos esquemas gráficos de esta adaptación de la céntrica plaza a su uso provisional a coso, como por ejemplo esta imagen realizada con motivo de la visita de la familia de Felipe V en enero de 1730, donde por cierto se lidiaron 8 astados, en la que se puede corroborar perfectamente esta “adecuación taurina”.

Tampoco es que la imagen tenga mucha calidad, pero en ella se puede apreciar claramente como para la celebración de estos eventos se cerraban las calles aledañas, instalándose unos graderíos de madera desde los que el respetable podía observar los lances del festejo, complementos de las tribunas que conformaban los propios edificios de la plaza.

Como se observa en la fotografía, en la esquina superior derecha, justo entre la tribuna instalada delante de la antigua embajada de Génova y el edificio donde hoy día se encuentra Cuevas, está la puerta desde la que las reses efectuaban su salida a los ruedos provenientes de la calle Batiojas.

3 años mas tarde de la visita del primer monarca Borbón se empezaba a construir sobre el monte de Malbaratillo, en el barrio del Arenal, la Real Maestranza, desde ese momento plaza de toros oficial y oficiosa de Sevilla, con permiso durante unos años de Joselito el Gallo y su Monumental, desapareciendo definitivamente la función taurina del albero de San Francisco, que por aquel entonces aún no estaba realizado el empedrado…

Poco o mas bien nada recuerda ese pasado taurino de la plaza mas céntrica y señorial de la ciudad, salvo estos azulejos de la calle que ejercía de chiquero. Azulejos que ya digo, no puedo ni tengo datos para poner en pie si están directamente relacionados con el tema o simplemente son fruto de la casualidad, que todo puede ser.

Azulejos que probablemente fueran colocados a principios del siglo XX, fecha en la que, según el catastro, fue edificado el inmueble, y que parecen tener bastantes semejanzas estilísticas con los que figuran en la Fuente de los Toreros, uno de esos rincones escondidos del Parque de María Luisa.

Y azulejos que, de momento, siguen ahí, aunque a tenor del estado en que se encuentra el edificio y de la suerte que ha corrido el medianero, puede que no sea por mucho tiempo…

16 de abril de 2009

Ateos y Metaleo

A partir de la semana que viene dos líneas de autobuses lucirán en su espacio publicitario el mensaje con el que la Unión de Ateos y Librepensadores (UAL) pretende hacerse notar y de camino intentar que nos replanteemos algunos aspectos de nuestra existencia, entre otros objetivos.

En concreto la finalidad de esta campaña es "dar a conocer el ateísmo, promover la reflexión individual, potenciar la confianza en el poder del conocimiento y en la inteligencia del ser humano para crear un sistema moral y organizar la sociedad en base a la razón y la justicia, la cooperación y la solidaridad".

Ambiciosos planteamientos y, desde mi punto de vista, algo absurdos salvo el primero de ellos, que evidentemente ha sido cumplido con creces incluso antes de que se haya puesto en práctica.

Pienso yo (y no soy ateo), que a estas alturas de la película el personal no va a dejar de profesar la religión cristiana, la budista, la islámica o la de la iglesia de Maradona por el simple anuncio en un autobús. De la misma forma que no visitamos todos en tropel Isla Mágica ni invadimos el Cine Cervantes (qué clásico soy, leches…) cada vez que se publicita una película…

Si encima la idea es reorganizar nuestra sociedad aviados estamos; es mas, ya puestos recomendaría a estos señores un paseíto dentro de dos semanas por la calle del Infierno para que sean ellos los que se replanteen sus propias ideas, porque tal y como está el patio…

Pero bueno, cada cual es libre de hacer con su dinero lo que le salga en gana. Y ya digo, si el intríngulis de todo este asunto era hacerse publicidad y darse a conocer, el objetivo está alcanzado de sobra.

Ya puestos… quien sabe si de haberme cogido hace unos años no me hubiera hecho ateo... o quizás hubiera terminado apedreando el autobús (todo habría dependido de la nota del último examen o de la fiesta del fin de semana). Pero claro, los años pasan, la hipoteca llega y uno no tiene mas remedio que calmarse y volverse comodón. Y es entonces cuando se buscan alternativas, un término medio con el que uno se quede satisfecho y que, de camino, le haga sentirse vivo y en el mundo, sin necesidad de recurrir a extravagancias.

Por ello se agradecen eventos como el que este fin de semana, concretamente el sábado 18, se celebrará en el Paseo de la O: el Triana Metal Festival en su segunda edición.

Se trata de un concierto benéfico organizado por el bar El Túnel y por el Distrito de Triana que cuenta con la participación de la Hermandad de la O y que reunirá a un nutrido grupo de bandas del círculo heavy metal sevillano.

Concierto que, por desgracia, ha tenido infinitamente menos repercusión que el autobús de marras, a pesar de sus buenas intenciones y de que, en sí mismo, es un magnífico ejemplo de cómo las cosas pueden equilibrarse sin necesidad de gastar 2000 euros en publicidad para reordenar conciencias.

Y es que el hecho de reunir bajo un mismo prisma dos mundos a priori tan opuestos como una hermandad religiosa y un festival heavy deja bien a las claras que simplemente con el respeto mutuo se pueden no solo anular las ideas preconcebidas y los tópicos, esos pesados lastres, sino incluso conseguir que nuestra sociedad escale varios peldaños en materia de convivencia y respeto, algo tan escaso en los días que corren.

Lo mas seguro es que no asista al festival, sobre todo porque no me voy a enterar de nada ya que mis conocimientos de la actualidad metalera sevillana están bastante obsoletos, mas bien anclados, desde hace unos 10 años, la época de los Fallen Angel y de los Dark Tower de mi amigo Mau… pero bueno, ojalá sigan repitiéndose este tipo de actos que demuestran en sí mismos una madurez y una tolerancia que seguramente sorprendería a aquellos que pretenden salvar el mundo a base de talonario y cartelitos en autobuses. O de decidir el color de los lazos que se deben llevar, que iluminados los hay en todos los sitios.

Ya lo decía Platón, “la música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo”; y el alma de esta ciudad necesita de mucha música, cada vez mas…

Así que nada, a los que vayan al concierto que disfruten y los que no vayan que igualmente disfruten, exista o no exista Dios.

13 de abril de 2009

Estampas del Sábado Santo

Encajonada

La estatua homenaje a Clara Campoamor de la Cuesta del Rosario ha permanecido de esta guisa durante toda la Semana Santa. Lamentablemente es una medida totalmente lógica, porque con los elementos que se ven en estos días cualquiera sabe como habría acabado. Y es que el personal no es que derroche mucho civismo que digamos…


Luz Verde

La Virgen de la Cueva dio luz verde este año a la Trinidad y al resto de hermandades que procesionan tanto el Sábado Santo como el resto de días, algo que no se veía desde 2001… Salvo algunas gotitas, semana espléndida refrendada en esta última jornada. Aunque sea meteorológicamente, por una vez y sin que sirva de precedente, nadie se puede quejar....


Cera

Si cuando aún era de día el traje del diputado de tramo estaba tan manchado de cera, no quiero ni imaginar como acabaría al llegar a San Marcos


Soledad

Todo se ha acabado por este año. La ciudad se despereza de este sueño de una semana, poco a poco vuelve la rutina diaria; ya solo queda hacer balance y dejar pasar las hojas del calendario, que el 28 de Marzo de 2010 está a la vuelta de la esquina.

Estampas del Viernes Santo

Alivio

Después de las bullas y la masificación de los primeros días y, sobre todo, de aguantar las ya tristemente habituales estupideces de los niñatos en la madrugá, esperar el palio de la Carretería en la calle Rodo con Ione de fondo es poco menos que una bendición. Del tema niñatos ya hablaré largo y tendido cuando comente mi madrugá, porque como algunos sabéis salgo en Los Gitanos y tuvimos jaleo a la salida; pero bueno, a su tiempo....


Luz de Guía

La luz de la farola dibujada sobre la oscuridad de la noche del Viernes Santo parece guiar al Cachorro hacia la capilla del Patrocinio. Se que no tiene nada de anecdótico esta imagen, pero llevaba tantos años sin ver este cristo (el año pasado me lo perdí; los anteriores fue culpa de la lluvia)


Ya huele a Feria

Por desgracia para un servidor, ya que no soy muy feriante que digamos. Pero el discurrir de los nazarenos de la O por la calle Almirante Lobo con el puestecillo de fondo es un anticipo de lo que vendrá dentro de dos semanas… y de lo que estaba yendo…


Buenas Intenciones

Entre el frío que hacía a las 2 de la mañana en la calle Zaragoza y el cansancio acumulado después de llevar tantas horas el sudario en la misma posición, no creo que sirviera para mucho el apoyo de los dos nazarenos que aguantaban las manos de la Santa Mujer Verónica de la hermandad de Montserrat en el tramo final hacia el templo, aunque sin duda la intención es de agradecer. Ya digo, mucha rasca….


Nada es eterno

Y los banquitos de los chinos tampoco, aunque por el tiempo que duran casi se puede decir que es de lo mejorcito que venden... Esperemos que los del año que viene sean un poco mas endebles, porque vaya tela...

12 de abril de 2009

Estampas del Jueves Santo

Lamentable

Un año más cerradas sus puertas. Un año más marchitándose en su soledad. Ni presiones, ni disputas ni polémicas, nada. Simplemente silencio. Un año mas la Sevilla cofrade mira hacia otro lado al pasar por Santa Catalina.

11 de abril de 2009

Estampas del Miércoles Santo

Punk Not Die

Versiones, interpretaciones… la Virgen y el Niño tienen un lado macarra camino de la Alameda. La capilla en la calle Potro, por si alguien quiere darse una vuelta.


Enfilando

La Virgen de la Palma camino de la Campana por la calle Jesús del Gran Poder. Aunque el espejo esté sucio, siempre es un lujo ver este palio de la forma que sea.


Cambio

El pequeño nazareno de la Lanzada cambió el tramo por los brazos de su padre y el cirio por un globito de Winnie The Poo.


Surtido Variado

Estampitas, caramelos, medallitas… incluso picos en los Panaderos (que es verdad, por primera vez en mi vida me han dado este año un paquetito “personalizado” con el escudo de la Hermandad). Sólo hace falta que un nazareno (en este caso del Carmen Doloroso) extienda la mano para que un revuelo de chiquillos se agolpen a su alrededor.


Farola Sensible

Tradición y modernidad, difícil combinación; mas aún si la tradición viene marcada por la sobriedad y austeridad del Cristo de Burgos y la modernidad se refleja en las nuevas farolas de la Plaza del Pan. Lo reconozco, en estos días vuelvo muchas veces la vista, aunque sólo sea la media hora que tarda en pasar una cofradía.


Ejercicio de Agudeza Visual

Entre el gentío que a las 3 de la mañana había invadido literalmente la Campana para ver el regreso a sus respectivos templos de las Siete Palabras y de los Panaderos, encontrar al nazareno de San Bernardo. Son 50 puntos.

8 de abril de 2009

Estampas del Martes Santo

Nubes… y sol

Ya amenazó el Lunes Santo, cuando algunas gotas hicieron temer lo peor a la entrada de El Museo. Pero es que ayer el mal tiempo era una realidad, sobre todo a primeras horas de la tarde cuando el Cristo de la Sangre enfilaba la Puerta de Carmona. Por fortuna la cosa no fue a mayores y el palio de la Virgen de los Dolores pudo brillar una vez mas camino del Cerro del Águila.


Plumaje

Desde que quitaron los pollitos de colores del mercadillo de los domingos no se veían tantas plumas azules juntas en las inmediaciones de la Alfalfa. Y es que los músicos de Amor de Cristo aprovechaban para tomar un tentempié a la espera de que San Esteban regresara de la Carrera Oficial.


A medida

Capirotes a medida, capas a medida, trajes a medida, mantillas a medida… parece que el naranjo también estaba hecho a medida para que el chaval pudiera disfrutar del Señor de la Salud enfilando la plaza de la Inmaculada.


Aprendiendo

A pesar de que las manecillas del reloj se acercaban peligrosamente a las 2 de la mañana, el futuro nazareno de la Virgen del Dulce Nombre no solo estaba fresco como una rosa, sino que incluso parecía tomar nota de los pasos a seguir para ponerlos en práctica en años posteriores.


Enseñando

El nivel de enseñanza que se puede adquirir en la Carrera Oficial es bastante aceptable para que los jóvenes puedan usarlo como referente en las macrobotellonas y barriladas que se celebrarán en próximas fechas. Y es que no hay nada mas desagradable que buscar un contenedor para tirar la basura…. O eso parece…


Eternidad

Pero todo se disipa cuando se acude a una nueva cita con la Sevilla Eterna en el cortejo de Santa Cruz a su regreso al templo. Y es que el tiempo se para tantas veces a lo largo de esta semana….

7 de abril de 2009

Estampas del Lunes Santo

Carril-Cofrade

Con todos los cambios en el tráfico que se han producido en los últimos tiempos cualquiera diría que ayer se había habilitado un carril sólo para cofradías en Luis Montoto.


Privilegios

Cuando eres niño se tienen muchos privilegios, como poder estar medio metro por encima del resto para no perderse detalles de la fantástica chicotá que brindó ayer el Beso de Judas en la Cuesta del Rosario. Privilegios que es conveniente aprovechar, quién sabe si dentro de unos años otra niña subida a hombros de su padre le impida repetir ese momento...


Recuerdo

La Hermandad de las Aguas tuvo la exquisita sensibilidad de recordar la desaparición de su hermano costalero, Juan Carlos, con una versión del Adagio en G menor de Albinoni a su paso por el Postigo, lugar donde se dejó la vida hace 10 años. Emotivo momento para los que estuvimos allí entonces y repetimos ayer. Inolvidable. Detalles como éste hacen grande la Semana Santa.


Envidia sana

La foto no es de mucha calidad, entre las limitaciones de mi cámara y la humareda del incienso poco mas puedo hacer, pero al menos se intuye el cara a cara que mantuvieron a altas horas de la madrugada el Cristo de la Expiración con la chica de la cámara, cuyo sitio hubiéramos querido tener mas de uno de los que, a pesar del frío que hacía a esas horas, permanecíamos en la Plaza del Museo

6 de abril de 2009

Estampas del Domingo de Ramos

Los Palcos de Sevici

Quizás sean algo incómodos y no precisamente un dechado de elegancia, pero la opción no es mala ya que a ciertas horas cualquier sitio donde poder descansar bueno es. Y encima gratis, que con los tiempos que corren no es poca cosa…


Bronceado Inmaculado

Paradojas de la vida… unas guiris intentando ponerse morenas debajo de la Inmaculada. Al final, a tenor de lo que se ve en le foto (recomiendo ampliarla) como mucho no creo que pasaran del rojo cangrejo.


La última catenaria

Línea de Metrocentro interrumpida por cofradía”. Atrás quedaron polémicas, protestas y demás historias… la Virgen de la Paz, afortunadamente, está por encima de todo. Esto sí es Semana Santa.


Reflejos

Cualquier lugar es bueno para recrearse con la sencilla belleza de la Virgen de los Dolores y Misericordia. Y mas si estamos en la calle Dos de Mayo, es decir, si aún tenemos el regusto de haberla visto pasar por el Postigo, sin duda uno de los momentos sublimes de la jornada.


Se acaba el día

La Estrella enfila el Arenal. Atrás queda un soleado y caluroso Domingo de Ramos que deja paso a la Semana Santa de la noche, la de las sombras y callejuelas. Ahora queda lo mas difícil, la vuelta a casa….

2 de abril de 2009

Plaza de San Lorenzo

Reconozco que durante muchos años no supe realmente a qué se refería. Quizás todavía era demasiado joven; quizás nunca me había parado a pensar el por qué de sus palabras; quizás tuviera algo que ver el hecho de que hasta que no se alcanza una edad a las personas mayores mas que escucharlas se las respeta; posiblemente fuera porque la vida aún no me había propinado la cantidad de palos suficiente como para darme cuenta de la importancia que a veces pueden tener cosas que a priori parecen intrascendentes….

- “Voy a ver al Señor, decía con una sonrisa a medio camino entre la ilusión de quién año tras año renueva los votos de una promesa y la incertidumbre de quién no sabe si ésta será la última vez que pueda hacerlo.

- “Voy a ver al Señor, y cada primavera se obraba el milagro; esa anciana a la que apenas recordaba haber visto fuera de casa, esa anciana a la que unos dichosos dolores en las piernas prácticamente habían recluido al butacón de cuero verde de una pequeña sala de estar, se enfundaba en su gastado abrigo marrón oscuro y, ayudada de un bastón, una muleta o lo que se terciara, comenzaba un lento caminar que le llevaría a los pies del Señor.

Pero, ¿qué Señor?

Siempre rondaba por mi cabeza la misma pregunta; a fin de cuentas, hay tantos en SevillaSalud, Sentencia, Buen Viaje, Tres Caídas…. Nunca encontraba respuesta: no precisaba de advocaciones ni apellidos, simplemente era el Señor. Nada más. Y nada menos.

Y el Señor vivía en San Lorenzo.

La vida no se había portado con ella ni bien ni mal. Simplemente, como tantas y tantas mujeres de su época, se había visto arrastrada por las difíciles circunstancias que le tocaron vivir: en tiempos de felicidad había sido feliz y en tiempos de tristeza había estado triste. Todo ello aderezado con la guerra, el hambre y mil vicisitudes más. Fácil de resumir, lo complicado es vivirlo...

Siempre en la misma ciudad, en su Sevilla, en esa Sevilla donde curiosamente no había visto la luz; las cosas de “los antiguos”, que la hicieron nacer en Carmona para traerla de vuelta al segundo día de vida, una vida que la llevaría de Pascual de Gayangos al Pumarejo y de allí a una soleada plazoletilla de Pío XII, aunque su corazón nunca llegó a moverse de San Lorenzo. Ni se ha movido.

Porque sigue allí, es imposible que pueda estar en otro sitio. Sigue allí, esperando que al caer la tarde vuelvan a abrirse las puertas de la Basílica para ver a su Señor; ese Señor que hace 10 años embarcó con ella en su último viaje; ese Señor que dentro de una semana saldrá de nuevo a la calle para recordarnos que a fin de cuentas todo ésto tiene sentido, aunque yo no pueda verlo junto a mi palio de las Angustias; ese Señor que, cuando ya esté apagado el último guardabrisas de la Soledad y estemos frente a frente, conseguirá que mis mejillas sientan de nuevo la calidez de los besos de esa mujer a la que hoy, por fin, he llegado a comprender, aunque quizás ya sea demasiado tarde.

Menos mal que siempre estará la plaza de San Lorenzo para que volvamos a encontrarnos. Por los siglos de los siglos...


Mediante estas dos entradas, la dedicada a mi amigo Pedro y esta última homenaje a mis abuelas Rosario y Juana, he intentado reflejar dos realidades distintas de nuestra Semana Santa: la de los que se van y la de los que nunca se han ido. Para el resto, los que nos quedamos aquí, desearos (y desearnos) muchísima suerte.