21 de diciembre de 2013

Montpensier, el Rey Naranjero


Había estallado el escándalo.
Media Sevilla se llevaba las manos a la cabeza, estupefacta e incapaz de reaccionar; la otra media, simplemente, reía a carcajadas, sonoras carcajadas, sonrojantes carcajadas…
Que si era un usurero, un miserable, un avaricioso… de todo menos bonito, el “pitido” de los oídos de don Antonio de Orleans, duque de Montpensier, debía escucharse desde la dehesa de Tablada hasta el campanario del monasterio de San Jerónimo por lo menos.
Críticas desaforadas, menosprecios, detracciones… y, sobre todo, la guasa sevillana, la irremediable guasa sevillana que en juicio sumarísimo dictaba sentencia: había nacido el “Rey Naranjero”

Yo soy el Rey Naranjero
de las huertas de Sevilla,
quise atrapar un sillón
y me quedé sin silla.

15 de diciembre de 2013

Mutadid, el Señor del Jardín de las Cabezas Cortadas


Luz de los ojos y alegría del alma,
es un Jardín que ofrece sus cabezas como fruto.
Que Dios te ayude, oh bien encaminado en tus afanes
que has cosechado esas cabezas de tales semilleros.
Nunca antes vi desolación hermosa
cuya visión horrible fuera agradable compañía.


Con estos versos, normalmente algo bello y delicado, se ensalza uno de los lugares más tétricos y siniestros que ha tenido Sevilla en toda su historia, si no el que más.
Un lugar que, curiosamente, era un Jardín, sólo que entre el colorido de las flores y el murmullo de las fuentes se mezclaban cráneos de príncipes y grandes guerreros andalusíes clavados en picas.
Para colmo, el poema ofrece otra singularidad más, y es que fue escrito por el propio dueño del Jardín: Al-Mutadid Bi-llá, “el que busca la ayuda de Dios, segundo rey abadí de Sevilla, que orgulloso de su obra deseaba que se recordara eternamente.

Mutadid
En el Patio de la Reina del Alcázar de Sevilla 
Ernst Karl Eugen Körner

9 de diciembre de 2013

De Sierpes al Pópulo: la Cárcel Real de Sevilla


Las puertas de la Cárcel Real de Sevilla se abrieron por última vez el 3 de Julio de 1837 para asombro de muchos, que no terminaban de creerlo. 
Y es que eran tantos los años, décadas, siglos… que la ciudad llevaba demandando, casi suplicando, el cierre del viejo presidio situado a la entrada de la calle Sierpes desde la Plaza de San Francisco, que cuando al fin llegó la hora nadie daba crédito.
No es de extrañar por tanto la gran cantidad de curiosos arremolinada alrededor del trayecto que seguirían los más de 500 presos camino de la nueva prisión del Pópulo, un antiguo convento agustino desamortizado meses atrás que se situaba en pleno barrio de la Cestería, entre la Puerta de Triana y el Puente de Barcas

Cárcel del Pópulo
Detalle de un grabado de 1726 donde se representa Sevilla.
En el recuadro rojo, el convento del Pópulo

30 de noviembre de 2013

Luces para la Navidad de 2014

Un año más, la Luz no faltó a su cita con la Navidad sevillana.
Campanas, flores, copos de nieve, estrellas de cientos de formas y colores distintos harán que las noches sea más cortas y menos frías durante las próximas semanas y, sobre todo, dibujarán una sonrisa en la cara de los más pequeños. 
Sólo por eso merece la pena.

Luces de la Navidad 2014
Avenida de la Constitución

25 de noviembre de 2013

Biruji

Es lo primero que me vino a la cabeza al salir hoy a la calle: 

- Vaya biruji...

Inconscientemente, el frío había rescatado de mis recuerdos una de esas viejas expresiones que poco a poco estamos relegando al ingrato baúl de las palabras en desuso, aunque muchas veces sean mágicas.
Porque biruji es una palabra mágica.

Biruji te transporta a la niñez.
Biruji suena a mesa-camilla en casa de la abuela, a merienda en sofá de eskay con bocata de mantequilla y onza de chocolate. De fondo, el la-la-lá de Espinete y el tran-tran de la mecedora.
Biruji es lo que te tenía los fines de semana encerrado en casa, moqueando y viendo por la ventana a los amigos jugando a la lima en el barro que habían dejado los charcos.
Biruji es el helicóptero de Tulipán, un chándal gris de Roscolina y Electroduendes dando saltos en un Telefunken con tapas imitación madera.
Biruji es volver a vivir y por eso nunca debería perderse, nunca.
Aunque sea incómodo y nos hiele hasta los huesos; aunque las calles estén desiertas antes de las seis de la tarde y una monótona melancolía se haya adueñado de nuestros jardines hasta la próxima Primavera.
No tiene culpa de eso el biruji, ni siquiera el Invierno... al contrario, es lo bonito de estar vivo.

Bocata de mantequilla con chocolate

1 de noviembre de 2013

Estampas sevillanas de Don Juan Tenorio


Y llegó Noviembre, el mes de don Juan Tenorio.
El amor y la muerte se dan la mano en las calles de Sevilla bajo la figura del burlador, un tipo blasfemo, sarcástico, pendenciero, truhán, mujeriego… y uno de los personajes mas conocidos de la ciudad cuya figura ha trascendido todo tipo de fronteras, épocas y estilos.
En esta entrada repasaremos las estampas sevillanas de don Juan, esos rincones donde autores tan variados en el tiempo, disciplinas y nacionalidades como Tirso de Molina, José Zorrilla, Mozart, Moliere, Lord Byron o Merimeè situaron las andanzas de este fascinante personaje.

Plaza de los Refinadores

29 de septiembre de 2013

Cabeza del Rey don Pedro: Cruce de Leyendas


Cabeza del Rey don Pedro es uno de los pocos rincones mágicos que aún quedan en Sevilla.
Historia y tradición se dan la mano en este cruce de caminos que recibe su nombre de una leyenda protagonizada por Pedro I, un rey tan sevillano que unos lo llamaban el Cruel y otros el Justiciero.
De ambos apodos hizo gala el controvertido monarca en esta calle ya que, en un alarde de lo primero, mató a sangre fría a un caballero durante una de sus famosas escapadas nocturnas.
Para merecer lo segundo, simplemente, hizo cumplir la ley colocando la cabeza del asesino en el lugar donde se había cometido el crimen.
Sólo que claro, al ser él mismo, lo que se puso fue su propio busto tallado en piedra; una versión “sui géneris” de las leyes castellanas… para algo era el Rey.

Cabeza del Rey don Pedro

4 de septiembre de 2013

¿Dónde están los grillos?


Otro verano más, he vuelto a echar en falta el canto del grillo, ese monótono y constante “cri, cri” que los atardeceres de estío hacía acto de presencia al poco de ponerse el Sol.
Vale que son asustadizos, nocturnos, siempre ocultos entre las hendiduras del suelo, en alguna maceta recién regada o en las briznas de césped de los jardines, pero también es verdad que noche tras noche, verano tras verano, nunca faltaban a su cita con la luna.
Y ahora no los escucho…

Atardecer en la Plaza de España

1 de septiembre de 2013

En la Pradera de la Plata. Itimad y Al Mutamid (I)


Aunque mucho más tarde de lo esperado, al fin Al Mutamid pudo escapar del Alcázar.No es que huyera de sus quehaceres y obligaciones; al contrario, más bien había decidido tomarse algo de tiempo libre para despejar mente e ideas, que falta le hacía.
Eran tantos los frentes abiertos en su poderoso Reino, los amigos con que enemistarse y los enemigos con que conciliarse, que dar un paseo era sin duda el mejor servicio que en ese momento podía prestar a Sevilla.

La Recepción
La Recepción - John Lewis

24 de agosto de 2013

Kristina, la triste princesa de la jaula dorada


Llegaba desde la lejana y fría Noruega
Atrás habían quedado las saladas aguas de los fiordos, la lluvia monótona e incansable, los interminables bosques siempre verdes, los eternos atardeceres estivales y los dibujos que en el firmamento dejaba plasmada la aurora boreal.

Kristina de Noruega
Corte de Alfonso X, el rey Sabio
Imagen: Wikipedia

28 de julio de 2013

La Cruz de Bécquer


Cuando yo tenía catorce o quince años y mi alma estaba henchida de deseos sin nombre, de pensamientos puros y de esa esperanza sin límites que es la más preciada joya de la juventud; cuando yo me juzgaba poeta […] y todos mis cantores sevillanos, dioses penates de mi especial literatura, me hablaban de continuo del Betis majestuoso, el río de las ninfas, de las náyades y los poetas, que corre al Océano escapándose de un ánfora de cristal, coronado de espadañas y laureles, ¡cuántos días, absorto en la contemplación de mis sueños de niño, fui a sentarme en su ribera, y allí, donde los álamos me protegían con su sombra, daba rienda suelta a mis pensamientos y forjaba una de esas historias imposibles, en las que hasta el esqueleto de la muerte se vestía a mis ojos con galas fascinadoras y espléndidas!
Yo soñaba entonces […] que la ciudad que me vio nacer se enorgulleciese con mi nombre, añadiéndolo al brillante catálogo de sus ilustres hijos, y cuando la muerte pusiese un término a mi existencia, me colocasen para dormir el sueño de oro de la inmortalidad, a la orilla del Betis, al que yo habría cantado en todas magníficas, y en aquel mismo punto donde iba tantas veces a oir el suave murmullo de sus ondas. 
Una piedra blanca con una cruz y mi nombre serían todo el monumento.

Gustavo Adolfo Bécquer, "Desde mi celda, Carta 3" 


Gustavo Adolfo Bécquer

23 de julio de 2013

Tradiciones Sevillanas: la Rosa o al Poyetón


Parece ser que antaño no estaba muy bien vista la soltería.
Nuestros mayores consideraban poco menos que una desgracia no contraer matrimonio y ver pasar la vida sin otra compañía que la soledad, si acaso algún gato o un jilguerillo cantarín. 
Para evitarlo, las muchachas (sobre todo) recurrían a todo tipo de tretas y artimañas con el fin de conseguir ese ansiado marido que estaría a su lado en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza... o donde hiciera falta. Al menos sobre el papel. 

José García Ramos
Cortejo Español - José García Ramos (1885)
Museo Carmen Thyssen de Málaga

16 de julio de 2013

El Indio de San Nicolás


Un inmenso gentío se agolpaba en los alrededores de la Puerta de Minjoar, de la Carne como la llamaban algunos, aquella mañana del 31 de Marzo de 1493.
Era Domingo de Ramos, fecha señalada en el calendario sevillano, pero no tenía nada que ver con la algarabía incontenible que parecía haberse adueñado de la ciudad. 
No en vano, la procesión del Lignum Crucis de la Vera Cruz, que desde hacía pocos años se venía celebrando en el Convento de San Francisco, así como el resto de eventos religiosos que tenían lugar esos días, eran demasiado solemnes y respetuosos como para permitir el estruendoso griterío que llegaba hasta los confines de la misma Alfalfa

Puerta de la Carne
Puerta de la Carne, también llamada de Minjoar

7 de julio de 2013

Los Caballos de los Huntington



Monumento al Cid Campeador en Buenos Aires
Imagen: wrighton.com

Recortándose en un horizonte limpio y claro, don Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, cabalga impetuoso a lomos de su corcel, Babieca, al tiempo que eleva un pendón con su brazo derecho y vuelve el rostro, como arengando a un ejército a punto de entrar en combate.
Seguramente la estatua les resulte familiar, de hecho la habrán visto cientos de veces, quizás todos los días, e incluso se citarán en ella con su pareja, sus padres o sus amigos de vez en cuando. Pero no se equivoquen, no estamos en la Avenida del Cid, ni en Sevilla, ni siquiera en Europa...
Hay miles de kilómetros por medio, océano incluido: este Campeador está en el centro de Buenos Aires, en Argentina, y es una de las cinco estatuas hermanas de nuestro popular Caballo que se encuentran repartidas por el mundo.     

30 de junio de 2013

Las obras de la Catedral (I)


“Fagamos una iglesia tal e tan grande que los que la vieren nos tomen por locos"


Locos no, lo siguiente.
Seguramente es lo que pensaría más de uno al escuchar esta declaración de intenciones en boca de los miembros del Cabildo cuando se abordó el tema de levantar una Catedral en Sevilla
Exceso de euforia, ambición sin límites… o quizás serían los calores del verano que habían afectado más de la cuenta a los respetables y venerables asistentes (era el 8 de Julio de 1401), la cuestión es que se había decidido demoler la Gran Mezquita almohade y construir en su lugar una iglesia que, según apuntaban, iba a ser colosal

Las obras de la Catedral
Catedral de Sevilla - Imagen: Foroxerbar

18 de junio de 2013

La Muralla de la Puerta de Carmona


La Puerta de Carmona estaba situada en lo que hoy es el cruce de la calle San Esteban con el Muro de los Navarros, debiendo su nombre a que de ella partía el camino o calzada que, pasando por la Cruz del Campo primero y por Carmona después, unía Sevilla con el resto del país.

Puerta de Carmona
Atardecer en la Puerta de Carmona

16 de junio de 2013

Ratazzi, la Princesa de la Alameda


La noticia había devuelto de repente la vida a una ciudad aterida por las bajas temperaturas que se estaban alcanzando ese frío invierno de 1877.
De boca en boca, de puerta en puerta, de casa en casa, la expectación era máxima y todo el mundo conocía con todo lujo de detalles la vida y milagros de la ilustre visitante que durante los próximos meses fijaría su residencia en Sevilla.
Y es que se esperaba la llegada, nada más y nada menos, que de Madame Ratazzi, o lo que es lo mismo, de doña María Leticia Wyse-Bonaparte, una de las aristócratas más importantes y afamadas del momento, lo que en nuestros días sería una reina del papel couché.

Princesa Ratazzi
María Leticia Wyse Bonaparte

9 de junio de 2013

La Piedra Llorosa

11 de Julio de 1857.
El día ha amanecido con más trasiego del habitual a las afueras de la Puerta Real, sobre todo en la zona del Campo de Bailén, una explanada de tierra que algunos también conocen como Plaza de Armas.
Una multitud de curiosos se distribuye por sus aledaños, expectante, aunque por la expresión de sus rostros no parecen estar precisamente para festejar nada. 
Al contrario, rezuman tristeza, como si no quisieran estar allí pero una fuerza mayor, un deber inexcusable, los obligara.

Piedra Llorosa
La Puerta Real

2 de junio de 2013

En las Delicias de Arjona


Posiblemente la fuente de Neptuno Niño sea una de las más simpáticas, y quizás desconocidas, de todas las que hoy día podemos encontrar en Sevilla.
Esta deidad infantil esculpida en mármol blanco se sitúa en una coqueta glorieta de las Delicias de Arjona, esos jardines con los que la ciudad recuerda a uno de sus Asistentes más populares, a pesar de ser el pionero en la destrucción de sus murallas y puertas al llevarse por delante la coracha que unía las torres de Oro y Plata con la excusa de dar continuidad al Arenal.
Después vendrían muchas más excusas y muchos mas lienzos demolidos.. hasta lo que tenemos hoy; pero esa es otra historia.

Delicias de Arjona


5 de mayo de 2013

La altura de Sevilla

Nueve con diez metros sobre el nivel medio del Mediterráneo en Alicante
Es la altura a la que se encuentra el Ayuntamiento de Sevilla según la placa situada junto a su entrada por la Plaza Nueva.
Algo más alto, a trece cuarenta, están los viejos Juzgados de Almirante Apodaca, hoy sede de la Hemeroteca Municipal, otro de estos ejemplos altimétricos que se pueden encontrar paseando por las calles sevillanas
El origen de estas placas, normalmente situadas en edificios importantes y estaciones de tren, se remonta al último tercio del siglo XIX, cuando se crea la Red Nacional de Nivelación, hecho que será fundamental para elaborar el mapa cartográfico del país y, de esta forma, desarrollar las redes de ferrocarriles y carreteras.
Sin embargo, cosas de la historia, la altura exacta de Sevilla ya había sido calculada antes, muchísimo antes, nada más y nada menos que a finales del siglo XIII, en tiempos del Rey Sabio

Ayuntamiento Nivel Medio del Mar en Alicante
Placa señalando la altura sobre el nivel del mar
situada en el Ayuntamiento de Sevilla

18 de abril de 2013

Historias de la Feria de Abril: Del Mercado a la Fiesta

En la historia de Sevilla muy pocos acontecimientos habrán tenido un éxito tan arrollador e inmediato como la Feria de Abril.
Si la primera, celebrada en 1847, desbordó las previsiones más optimistas con apenas un mes para organizarla, la segunda, ya planificada, parece ser que fue una auténtica locura.
José Velázquez, testigo de excepción de estas primeras ferias, señala que la de 1848 “estuvo concurridísima y las contrataciones alcanzaron una cifra sorprendente, sobresaliendo entre los negocios el del ganado caballar

Prado de San Sebastián - Cabral
En la Feria de Sevilla - Manuel Cabral Aguado Bejarano, 1855
Museo Carmen Thyssen Málaga

14 de abril de 2013

Historias de la Feria de Abril: 1847

Tras sortear numerosas dificultades y obstáculos, la primera Feria de Abril se inauguraba por fin el 18 de Abril de 1847, apenas un mes después de que José María Ibarra y Narciso Bonaplata consiguieran traer de Madrid esa Real Orden que aprobaba su celebración. 
La expectación que había levantado el evento (recordemos, un mercado de ganado), fue tan grande que llegó a sobrepasar todas las previsiones realizadas, y más con el escaso margen de tiempo que había para organizarla. 
Pero todo salió bien

La Feria de Sevilla - Andrés Cortés y Aguilar, 1856
Museo de Bellas Artes de Bilbao

13 de abril de 2013

Historias de la Feria de Abril: Orígenes

A finales del siglo XIII, concretamente en marzo de 1254, Alfonso X de Castilla, el Rey Sabio, concede a los habitantes de Sevilla un privilegio o donadío según el cual les estaba permitido organizar dos ferias de ganado de forma anual: una en Primavera, dentro de lo que el llama “cincuesma”, y otra en el mes de Septiembre, cerca del día de San Miguel
Selladas y concedidas, las dos ferias se celebrarán durante décadas, aunque con el paso del tiempo desaparecerá la primera, subsistiendo únicamente la de San Miguel, que llega al siglo XIX como uno de los principales referentes en lo que a compra y venta de ganado se refiere, aunque no será la única que celebre en la provincia.
Otras dos ferias habían adquirido bastante fama e importancia por esa época, ferias ambas de Primavera, una fecha bastante más propicia que el normalmente tórrido mes de Septiembre en que se montaba el mercado ganadero de San Miguel
Una de ellas tenía lugar en Mairena del Alcor, remontándose según se contaba su antigüedad al siglo XV; la otra, casi inmediata, se celebraba en la siempre bella ciudad de Carmona

Feria de Abril
Carmona en el siglo XIX

31 de marzo de 2013

Estampas de la Semana Santa de 2013


Los Gitanos, iglesia de la Anunciación
El Señor de la Salud está a punto de abandonar la iglesia de la Anunciación.

Un momento sublime, eterno, irrepetible...

3 de marzo de 2013

El Café París

Una vez más, volvemos a recordar el pasado de Sevilla dando un paseo por su presente
Para ello, situaremos en la Campana de nuestros días el Gran Café París, un magnífico edificio modernista desaparecido hace décadas que daba a esta céntrica plaza una elegancia difícil de imaginar en la actualidad, cuando apenas es un lugar de paso o, como mucho, donde quedar citado. 

La Campana, Café París

24 de febrero de 2013

Las luces del Siglo de la Luces

En las calles de Sevilla hay vestigios de su pasado que suelen pasar desapercibidos bien porque no se conocen o, simplemente, porque han sido olvidados
Es el caso de los faroles y hachones que ordenaron colocar en las fachadas de las casas los Asistentes de la ciudad en el siglo XVIII para dar luz a las oscuras y peligrosas noches sevillanas.
Primeros pasos del alumbrado público en la ciudad, antecedentes de las actuales farolas y, sobre todo, un intento de amedrentar a los delincuentes que campaban a sus anchas por todos los rincones de la ciudad a partir de la puesta del Sol

Calle Doña María Coronel
Detalle de balcón en la calle Doña María Coronel

16 de febrero de 2013

La Casa de la Torre

A mediados del siglo XV Sevilla era un campo de batalla.
Las dos familias nobiliarias más importantes del momento, los Duques de Arcos y los de Medina Sidonia, estaban enfrascadas en una guerra sin cuartel para hacerse con el control de la ciudad, una de las más prósperas e importantes de Castilla donde su rey, el débil Enrique IV, hacía honor a su apodo asistiendo “impotente” a las continuas refriegas. 
Conforme avanzaba la contienda la situación se agravaba, y en pocos años prácticamente todos los nobles habían tomado partido por uno u otro bando, viviéndose escenas realmente dramáticas como, por ejemplo, el incendio que en 1478 redujo a escombros la iglesia de San Marcos
Cuenta Félix González de León que muchas familias convirtieron entonces sus residencias en auténticas fortalezas, llenándose Sevilla de edificios amurallados y de torres defensivas desde las que se protegían los barrios y las zonas residenciales de los ataques enemigos. 

Iglesia de San Marcos
Calle Castellar; al fondo la iglesia de San Marcos

10 de febrero de 2013

La Fábrica de Harinas de la calle Recaredo

A finales de Noviembre de 1868 es derribada la Puerta Osario.
Con el visto bueno del arquitecto municipal Manuel Galiano, los albañiles a sueldo del contratista José Girón desmantelan la que, por suerte o por desgracia según se mire, es una de las últimas puertas de la ciudad desaparecidas bajo los certeros golpes de la piqueta.
Suerte porque después de ella sólo caerían las Puertas de Córdoba y Sol; desgracia porque en los años precedentes fueron derribadas 9, tres de ellas (Triana, San Fernando y Carmona) coincidiendo con la etapa republicana mientras las otras seis (Barqueta, San Juan, Real, Carne, Arenal y Jerez) desaparecieron entre 1857 y 1864, cuando España era reinada por Isabel II, al menos oficialmente. 

Reconstrucción de la Puerta Osario
Reconstrucción virtual de la Puerta Osario

3 de febrero de 2013

En el Palacio del Pumarejo

Tristeza.
Es la sensación que queda tras visitar el Palacio del Pumarejo, uno de los edificios más grandes e importantes de Sevilla cuyos orígenes se remontan al siglo XVIII
Y es que esta joya del patrimonio hispalense, de la que todo el mundo ha oído hablar aunque realmente poca gente conoce, se encuentra en un estado de degradación tan acusado que, de no ser por los esfuerzos de sus inquilinos y de algunas asociaciones, podríamos darla ya por sentenciada a la desaparición
Humedades, desconchones, revestimientos caídos o forjados apuntalados son el presente de este magnífico exponente de la arquitectura dieciochesca
Afortunadamente su esplendoroso pasado aún es posible distinguirlo entre tanta ruina, como una pequeña luz que tratara de sobrevivir en la más profunda y terrible oscuridad

Patio

30 de enero de 2013

En Santa María la Blanca

Si las piedras tuvieran voz, Santa María la Blanca, sin duda alguna, sería una bellísima canción

iglesia de Santa María la Blanca

27 de enero de 2013

Las huertas de la Carretera de Pino Montano

Finalizamos con esta entrada el paseo por la Sevilla de los años 60 que, gracias a las magníficas imágenes de José Luis Dorado, iniciábamos la semana pasada en la Ronda de Pío XII. 
En esta ocasión nuestro fotógrafo se sitúa en la parte trasera de su vivienda y nos muestra un paisaje rural de huertas y campos antiquísimos que está en proceso de desaparición
Y es que en ese momento la ciudad tenía sus límites en esa explanada de albero que hoy es la Ronda desde donde, inmersa en una vorágine urbanizadora casi compulsiva, irá poco a poco apropiándose de estos campos para sustituirlos por nuevas barriadas, núcleos residenciales y calles

La Sevilla de los años 60

20 de enero de 2013

La Sevilla de los años 60: La Ronda de Pío XII

Una vez más volvemos la mirada a la Sevilla de los años 60, época en la que la ciudad experimentó una de las transformaciones urbanísticas más importantes de su historia, expandiéndose con nuevas barriadas y núcleos residenciales a costa del cinturón de huertas que la rodeaban desde tiempo inmemorial. 
En esta ocasión daremos un paseo por la Ronda de Pío XII gracias a la colaboración de José Luis Dorado, un lector que nos ha remitido unas interesantísimas fotografías de la zona cuando los bloques de viviendas apenas habían sido entregados a sus propietarios, entre los que se encontraba su padre, autor de las imágenes. 
No es la primera vez que Pío XII y sus alrededores llegan a esta página, de hecho ya estuvimos repasando unas perspectivas aéreas de la barriada poco antes de que fueran finalizadas las obras pertenecientes al archivo de sus propios arquitectos, los hermanos Barquín y Barón

16 de enero de 2013

En el Patio de la Casa de Pilatos

Cuentan que a principios del siglo XVI don Fadrique Enríquez de Ribera, Adelantado Mayor de Andalucía, realizó un viaje a Tierra Santa acompañado, entre otros, por el poeta Juan de la Encina
A su regreso de Jerusalén, junto a recuerdos y objetos relacionados con la Pasión, traía consigo unos misteriosos planos que, aseguraba, eran los del mismísimo palacio de Poncio Pilatos
Hasta ese momento su familia, una de las más importantes y pudientes de la ciudad, había vivido en la calle San Luis, en un viejo caserón de origen musulmán cercano a la iglesia de Santa Marina
Pero don Fadrique parecía estar hastiado de esa residencia, que echando cuentas tendría ya mas de tres siglos de antigüedad, y al poco tiempo de su regreso decidió comprar toda la manzana de casas que se encontraban entre la iglesia de San Esteban y el convento de San Leandro, ordenando su derribo. 
En el solar resultante, labró un palacio siguiendo las trazas de la residencia del aseado gobernador de Judea mientras que en el ámbito de acceso abría una plaza con la que daría realce a la espléndida portada de mármol que había encargado en Génova al artista italiano Antonio de Aprile

7 de enero de 2013

Un Palacio en la Plaza de San Marcos

La ciudad amaneció completamente engalanada, algo lógico siendo fecha tan señalada. 
Y es que ese día, 11 de Marzo de 1526, se viviría una de las jornadas más felices de la historia de Sevilla
Por la Puerta de la Macarena estaba prevista la entrada del joven rey Carlos, Primero de España y Quinto de Alemania, que marcharía hasta los Alcázares donde contraería matrimonio con su prima, Isabel de Portugal
Para ello seguiría el itinerario que realizara siglos atrás el infante don Fadrique, gran maestre de Santiago y gemelo de Enrique el de las Mercedes, cuando acudió al palacio real para reconciliarse con su hermanastro Pedro, Cruel o Justiciero, aunque en realidad lo que encontró fue la muerte bajo las yeserías mudéjares de la Sala de la Justicia

Alcázar de Sevilla
Fachada del Palacio de Pedro I en el
Alcázar de Sevilla. Imagen: Wikipedia