Salvo imprevisto, Sevilla tendrá en breve otro edificio abandonado dentro de esa franja maldita que va desde el Prado de San Sebastián hasta Luis Montoto.
El cierre de la Estación de Autobuses del Prado añadirá, lo más seguro, un nuevo miembro a esa lista ruinosa donde figuran la Fábrica de Artillería, el Mercado de la Puerta de la Carne, las naves de la Enramadilla, el antiguo colegio de San Bernardo 46, los desvencijados bares de los Jardines de Murillo y que complementan los selváticos solares del Equipo Quirúrgico y de la Florida.
Una imagen nada agradable que ofrecer en una de las puertas turísticas de una ciudad que se enorgullece de su patrimonio.