28 de abril de 2010

Monorraíl

Empieza a convertirse en una tradición que cada cierto tiempo se vuelva la vista hacia la Isla de la Cartuja, mas concretamente a ese comodín que conforma el legado de la Expo’92.

Promesas, buenas intenciones, reutilización de infraestructuras, edificios, mobiliario, incluso arbolado, los varios puentes que atravesarían el Guadalquivir para facilitar el acceso a la isla, el ya legendario autobús fluvial, la no menos legendaria reutilización del Cercanías… El baúl de recuerdos y trastos sin uso de la Exposición Universal vuelve a abrirse cada vez que se necesita dar un golpe de efecto fácil y rápido.

El por qué tiene una respuesta bastante simple: el sevillano siempre ha tenido la sensación de que la herencia de la Expo está infrautilizada y apenas se le ha sacado partido. Quizás sea un error y todo radique en que no se ha vendido bien lo que se ha hecho en estos años. Quizás sea la verdad, una triste verdad.

La última la hemos tenido esta semana, cuando tras la reinauguración 18 años después del Jardín Americano vuelve a plantearse el uso del monorraíl.

El problema es que ésto cada vez se parece mas al cuento del pastorcito y el lobo, sólo que en esta ocasión estamos inmersos en la realidad, y en la realidad el tiempo pasa y las cosas se deterioran, tanto que puede ser que el lobo no llegue porque está tan oxidado que es imposible ponerlo en marcha.

Pero claro, el problema se acentúa cuando el lobo, para colmo, ni siquiera se sabe donde está, o sí: espantando ovejas en otras ciudades. En fin, pasen, vean y juzguen.

Y de regalo la reconstrucción del pleno en el que se tomó la decisión en versión Simpsons, que estamos en Primavera y hay que tener buen humor.

25 de abril de 2010

Ciudad de Contrastes: Gigantes

Calle Almirante Espinosa, junto a la vieja Plaza de los Carros. Un mural gigantesco asoma tras la valla que cierra el solar de la que, según palabras de un amable vecino del barrio, fue casa natal de Estrellita Castro.

El muro apuntalado del edificio medianero hace las veces de lienzo en el que un inmenso señor vestido de blanco nos mira de soslayo, como si estuviera buscando algo en las estrecheces de Pedro Miguel.

Su cara inexpresiva, fría, gris como la pared en la que se dibuja, posiblemente sea la obra cumbre del graffitero (o graffiteros) de turno que tuvo la feliz idea de hacer algo distinto en una simple demolición, de dar colorido a un vacío, a la nada.

Que cada cual decida: pintura al fresco, mamarrachada con un spray, vandalismo, gamberrada o simplemente arte.


Catedral de Sevilla, junto a la Puerta del Príncipe. El inmenso mural de San Cristóbal que pintara el italiano Mateo Pérez de Alesio en 1584 acompaña el solemne caminar de los cuatro infantes portadores del sepulcro de Colón.

Testigo privilegiado de la entrada de reyes y autoridades en la Metropolitana hispalense, posiblemente sea una de las imágenes mas repetidas en lo que a iconografía religiosa se refiere, inspirando obras similares en otros puntos de la ciudad como el convento de Santa Paula o la iglesia de Santa Ana.

El río, el cayado, el ermitaño, el niño sobre los hombros… Alesio no escatimó en detalles a la hora de dotarlo de simbología, llegando incluso a firmar con un pergamino que colocó estratégicamente entre las patas de un papagayo.

Espacio tuvo desde luego, más de 10 metros en los que plasmar su genialidad, sus deseos de ostentación, de exhuberancia: la grandeza del arte nunca mejor dicho, aunque quizás demasiado pretencioso y exagerado. También aquí que cada uno decida.


Gigantes de lo efímero y de lo eterno, de lo mundano y lo sagrado; la explosión de vida del mercadillo del Jueves frente al silencio catedralicio, el uno cubierto por esa bóveda celeste que salvo este crudo invierno suele dar forma al cielo sevillano, el otro por las centenarias piedras de la Magna Hispalense.

Calentitos e incienso, bocinas y oración, calle y templo: dos formas de vida, dos tipos de arte, dos épocas distintas, dos Gigantes de Sevilla.

19 de abril de 2010

Y ahora la Feria

La Primavera sigue avanzando en las hojas del calendario y Sevilla, otra vez, huele a Semana Grande. Apenas han pasado quince días desde que los sones de Amargura acompañaran en su entrada a la Virgen de la Aurora cuando el centro de gravedad de la ciudad se traslada hasta el barrio de Los Remedios.

El cambio de registro es espectacular: las baldosas cubiertas de cera por el albero del Real, el incienso por manzanilla, azahar por farolillos, saetas por sevillanas, solos de cornetas por rasgueos de guitarra … son tantos y tantos matices que necesitaríamos otro blog para enumerarlos.

Lo que no varía es esa angustiosa dependencia del cielo, ese deseo unánime de que el viento se lleve a las nubes lo mas lejos posible, con lo bien que le habría venido el granizo de ayer tarde a los islandeses para apagar el volcán de nombre impronunciable que tiene cerrados los aeropuertos de media Europa.

Sea como fuere, con nubes o sin nubes, faltan pocas horas para el “alumbrao” de la Feria 2010, la de la portada del avión que parece hecho con fichas de Lego, en la que se reestrena el Puente de los Remedios con los dos carriles bici reglamentarios, en la que tras el paréntesis del año pasado Tussam nos vuelve a agasajar con una de sus tradicionales huelgas en momentos importantes para la ciudad y en la que, como no lo remedie el anticiclón de las Azores o asociados, va a ser difícil que los toreros tengan farolillos en sus calles. Y es que cualquiera diría que este año la Virgen de la Cueva ha montado una fábrica de paraguas…

15 de abril de 2010

Ciudad de Contrastes: Sexo, Religión y Arte

La Cruz de Molviedro se recorta en el atardecer. Quizás no sea uno de los rincones mas bellos de Sevilla, la piqueta hizo sus estragos en la segunda mitad del siglo pasado, pero al menos no deja de tener su punto elegante, sobre todo si lo refuerza la silueta neoclásica que Pedro de San Martín imprimiera a la capilla del Mayor Dolor a fines del siglo XVIII.

Poco o nada da pie a pensar que bajo esas baldosas se encuentran los restos de uno de los muchos cementerios improvisados en la ciudad durante las epidemias de peste que apuntillaron su época de mayor prosperidad.

Menos aún puede sospechar el visitante que si nos remontamos más en el tiempo estamos sobre los cimientos de los prostíbulos y bodegones que conformaban la Mancebía, el barrio de prostitutas asentado sobre la laguna de la Pajería, uno de los restos que quedaban del brazo del Guadalquivir que adentrándose por la Alameda (donde estaba otra laguna, la de la Feria) desembocaba cerca García de Vinuesa, la histórica calle de la Mar.

Lugar insalubre, fácilmente inundable con las crecidas del río, era uno de los barrios amurallados de la ciudad, como lo fueron también la Judería o el Adarvejo (Morería). De esta forma se aislaba a las prostitutas del resto de la población, pudiendo tan solo comunicarse a través de la única puerta con la que contaba el recinto, situada en la actual calle Gamazo y que recibía el nombre de “El Golpe” por su forma de cierre.

Pero no es objeto de esta entrada hacer un estudio de la Mancebía, aunque no lo descarto para futuras fechas,

Con el “Siglo de las Luces” y las nuevas ideas higienistas importadas principalmente de Francia, el arquitecto Manuel Prudencio de Molviedro reurbaniza la zona por completo, creando en su lugar un barrio señorial en 1771, siendo Asistente el marqués de Monterreal.

Las prostitutas son expulsadas, desperdigándose por todos los rincones de la ciudad como la calle Laraña (llamada durante un tiempo “Remángate Niña”) o los hoyos de San Diego, en las cercanías del Prado de San Sebastián, junto al antiguo Convento, un lugar donde según cuentan los historiadores de la época rameras y clientes excavaban su propio “nido de amor” para disfrutar del servicio.

Finalmente las acogería la Alameda de Hércules, la vieja Jabanilla, curiosamente tal y como se dijo antes, la otra laguna intramuros de Sevilla.


La antigua iglesia de Santa Lucía, una de las joyas mudéjares de la arquitectura religiosa sevillana, parece que al fin ha encontrado un uso permanente.

Después de dos siglos en los que simplemente el hecho de que se haya mantenido en pie puede considerarse un milagro, no en vano en su historial se cuenta que fue saqueada por Soult, desamortizada por Mendizábal, desacralizada por la Junta Revolucionaria de 1870, desperdigado su patrimonio por las demás parroquias sevillanas, desmochada su torre e incluso demolido el ábside para abrir una calle.

Pero los tiempos han cambiado, en este caso para bien, y todo apunta a que el Espacio Iniciarte, sala de exposiciones en que fue transformada hace poco mas de un año, la ha consolidado como uno de los referentes del arte contemporáneo en la ciudad.

Entre las columnas que sostenían este antiguo templo, donde por ejemplo fue bautizada Sor Ángela de la Cruz, los artistas exponen obras creadas ex profeso para este espacio, obras únicas con las que Iniciarte no es solo la zona expositiva, sino que forma parte de la misma obra.

En “Letargo Revolucionario, el proyecto expuesto durante el mes de Marzo por Cristina Lucas, se ofrecían varias proyecciones audiovisuales en las que la artista daba una especie de visión personal de varios momentos históricos.

Uno de ellos se proyectaba en lo que posiblemente fue una de las antiguas capillas laterales del templo y versaba sobre una señora desnuda que introducía en su vagina una brocha para, sobre un cristal, escribir algo parecido a Big-Bang.

Ese momento final, que podríamos llamar “desenlace” de la obra, es el que traigo bajo estas líneas, aunque la calidad de la fotografía es escasa. De todas formas si amplían la imagen pueden distinguir a la señora en cuclillas terminando su escrito. Mérito no le falta.


Sexo, religión y arte entrelazados por los caprichos de la historia. Molviedro y Santa Lucía, Santa Lucía y Molviedro. Del prostíbulo a la iglesia, de lo sagrado a la sacralización del sexo, todo bajo el amplio prisma del arte. Caminos que se cruzan, que se encuentran, que convergen, aunque siempre hayan estado separados. Contrastes, al fin y al cabo.

13 de abril de 2010

Malos tiempos para el Circo...

Ya ha llegado. Como todos los años, con los primeros compases de la Primavera la ciudad recupera otra de esas estampas que suelen remontarnos a una niñez que por desgracia cada vez se encuentra mas lejana.

Fiel a su cita anual, de la misma forma que los naranjos se llenan de azahar o las gitanillas de florecitas rojas, las farolas de cualquier avenida que se precie lucen carteles a doble cara del que durante años se vino en llamar “el mayor espectáculo del mundo”. Porque, aunque no lo parezca, hubo una época en la que no había fútbol, ni Madrid-Barça… ni siquiera había prensa deportiva, aunque resulte increíble….

Pero no nos desviemos: ya ha llegado el Circo a Sevilla. El Circo Mundial en concreto, que otros están todo el año montados.

Saltimbanquis, domadores, payasos, fieras… todos están de vuelta, aunque si uno observa detenidamente los carteles da la sensación de que algo ha cambiado respecto a otras primaveras, de que hay algo distinto, algo mucho más suave, bucólico, light

Aparentemente podría decirse que la crisis también ha hecho mella en el mundo circense, que no hay dinero para comprar animales exóticos en Kenia o cañones para meter hombres-bala. Pero, en mi opinión, la respuesta es mucho más sencilla y simple: en la actualidad las fieras no interesan ni impresionan a nadie.

Cuando los niños maldecíamos a Adela Cantalapiedra porque alargaba el Avance del Telediario algunos minutos mas allá de las seis de la tarde, hora en la que un erizo rosa cantaba canciones a dúo con Don Pimpón y Ruth Gabriel, un león o un cocodrilo podían infundir respeto. Pero claro, teniendo en cuenta que hoy día, a la misma hora, lo mas infantil que puedes encontrar en la televisión es a Lidia Lozano bailando un politono o una niña de quince años diciendo en el Diario de Patricia que el hijo del vecino le ha hecho un bombo, a ver quién es el guapo que encuentra un tigre que meta miedo.

Así, todo indica que el Circo se ha reinventado para hacer frente al otro Circo que tenemos montado en el salón de casa durante todo el año: la televisión. Y el reinvento ha sido profundo, no en vano debe ser complicado atraer niños y adultos a una carpa con los tiempos que corren. Porque claro, competir en igualdad de condiciones con el Circo televisivo es tarea imposible, ¿o acaso existe algún rugido en el reino animal capaz de superar los gritos de María Patiño y demás tertulianos de la prensa rosa?

La solución que han tomado es bien simple: darle la vuelta a la tortilla. Sólo hay que echar un vistazo al cartel en el que sale el domador. Si no fuera porque la melena del león lo hace fácilmente identificable, cualquiera diría que el buen hombre está en el parque rodeado de gatitos de angora. Ni rastro de fiereza: al contrario, los animales aparecen dóciles, tranquilos, educados.

Saben que la partida de la agresividad está de antemano perdida con la televisión y lo mejor es transmitir lo contrario: si usted quiere ver animales salvajes en acción, seguro que en la TDT están repitiendo Sálvame Deluxe o el DEC del viernes pasado. Si por el contrario quiere estar en un sitio apacible, disfrutar de un momento relajado, amable, levántese del sofá y venga al Circo. El mundo al revés.

Como el año pasado, la estrella del Circo Mundial vuelve a ser Aurori. A primera vista también se reinventa la mujer barbuda, como la Bestia del cuento, y se vuelve sexy, autosuficiente, moderna.

Es la reina de los carteles, pero la principal baza de Aurori radica en haber captado la esencia del éxito patrio, ese cuya máxima dice que para estar en el candelabro nada mejor que montar todo lo que se te ponga por delante, no importa sexo ni cantidad: mujeres, hombres y viceversa. Si son famosos mejor, y si son muchos mejor que mejor. Lo importante es el número, y Aurori lo sabe, por eso demuestra sus dotes de amazona a lomos de un elefante, de un caballo blanco o de lo que le echen.

Lo importante es cabalgar. Ahora, que cada una lo haga como sepa y pueda.

Pero la gran atracción no es otra que el Oso Humano, un plantígrado que, según el cartel, es capaz de comprender más de 200 palabras. Nada más y nada menos.... Si hicieran un estudio estoy convencido de que en los cientos de horas que dura una edición completa de Gran Hermano sus concursantes no llegarían a pronunciar mas de 200 palabras distintas. Es mas, el vocabulario del actual icono de la televisión, Belén Esteban, dudo que llegue a la mitad. Por eso, lo de este Oso Humano es todo un logro, más aún, un auténtico desafío a los tiempos que corren.
Tanto es así que en el Circo televisivo para ver un fenómeno con tal repertorio de palabras habría que tragarse concursos del tipo Saber y Ganar o 50x15, asumiendo las graves consecuencias que Jordi Hurtado o Carlos Sobera podrían tener para nuestra salud mental. En el Circo Mundial un Oso lo hace todo y encima es hasta obediente….

En fin, renovarse o morir; y el Circo, espectáculo superviviente a todo tipo de avatares desde lamas remota antigüedad, precisamente ha basado su éxito milenario en la adaptación a los nuevos tiempos. Esperemos que, una vez más, le salga bien. Y que dentro de poco vuelva la agresividad a los carteles, señal de que la televisión puede volver a verse.

7 de abril de 2010

Estampas de la Semana Santa: Jueves, Viernes y Sábado

El hombre de la lluvia

Bajo la campana que se centra en la espadaña, un señor aguarda pacientemente la salida de la Virgen de los Ángeles para invocar a la única lluvia que afortunadamente tuvimos el Jueves Santo: la de los pétalos de flores guardados en la caja de cartón que estaba a sus pies.


Saeta

El palio ya ha pasado, la gente se vuelve, regresa a su casa o simplemente retoma la conversación interrumpida con la salida. Sólo la niña parece estar atenta al saetero, que sigue a lo suyo en el balcón.

O bien a su corta edad tiene mas sensibilidad que buena parte de los asistentes o simplemente le llama la atención el señor de enfrente. Habrá que preguntárselo el año que viene.


Piedad

Y se hizo el silencio en la calle Imagen. Las palabras quedaron reducidas a miradas: miradas de compasión, de respeto, de temor. Miradas como la de Sor Ángela, que parece quisiera compartir el dolor de la Virgen de la Piedad, de José de Arimatea y demás integrantes de la Sagrada Mortaja.


Puertas

Se abren las puertas de San Buenaventura, se van cerrando las del día más largo de la ciudad, ese que empezó al mediodía en la Capilla de los Ángeles y acabará dentro de poco en la calle Castilla. Más de treinta y cinco horas de emociones a flor de piel y recuerdos renacidos.


60

Era la gran novedad de la Semana Santa. Desde el Plantinar, la Hermandad del Sol realizaba su estación de penitencia a la Catedral y por primera vez el Varón de Dolores desfilaba frente al Altísimo. Sueño cumplido, número redondo de hermandes. ¿Habrá una próxima?


Ocaso

Sillas amontonadas en la Campana, retorno a San Gregorio de la Virgen de Villaviciosa, postrimerías del Sábado Santo… El cartel de la compañía de seguros se basta para subtitular la imagen. Todo empieza, todo acaba.

5 de abril de 2010

Estampas de la Semana Santa: Martes y Miércoles

Acueducto

El discurrir de San Benito por Luis Montoto es una espléndida oportunidad para ver la Semana Santa con otros ojos, aunque sean los pocos que dejaron a los Caños de Carmona. Y es que en la vida es conveniente agotar todos los puntos de vista posibles.


Paz

Frente a peleas de gatos, palilleos y demás engendros musicales de calidad pésima, la Banda del Maestro Tejera siempre es un remanso de paz donde escapar al ruido con el que muchas “bandas mediáticas” se empeñan en acribillar tímpanos. Algunos deberían bajar de la nube, les vendría bien.


Eterno

Cortejo de Santa Cruz a su vuelta por Mateos Gago. Sin lugar a dudas, la estampa que mejor define lo que para servidor es la Semana Santa.


Por duplicado

En silencio, poco a poco, paso a paso, año a año, Gracia y Amparo mediante, la Virgen del Carmen está duplicando el corazón de Omnium Sanctorum y el de aquellos que no solemos faltar a ninguna de las citas ferianas que nos regalan estas tardes de Primavera.


Promesa

La Madre de Dios de la Palma por Sales y Ferré. El velo de la noche ha caído sobre el Miércoles y a lo lejos, en la oscuridad, avanza una promesa de luz. Lejos quedan las aglomeraciones en los aledaños de la Catedral, los aplausos de la Carrera Oficial o las chicotás imposibles que aglutinarán sahumerios en próximas fechas. Aquí no llega Giralda TV. Semana Santa pura.


Presagio

Pese a que aún no se ha rebasado el ecuador de la semana, uno tiene la sensación de que el sueño se está acabando, que todo se nos escapa como hizo el manojo de globos atrapado entre las banderas de este edificio en la calle Castellar. Triste metáfora de vivencias y sensaciones, aunque para tristeza la del vendedor que vio como le volaban un puñado de euros.

4 de abril de 2010

Estampas de la Semana Santa: Domingo y Lunes

Último tramo de la Paz

El último tramo de la Paz a su paso por el Parque de María Luisa no lo forman nazarenos. Tampoco penitentes. Ni siquiera la inevitable cohorte de cangrejeros. El último tramo de la Paz está formado por vendedores de globos que aprovechan los primeros compases del Domingo de Ramos para que los mas pequeños disfruten con la versión de helio de Dora la Exploradora o de Bob Esponja mientras sus padres hacen lo propio con las marchas de la Banda de Santa Ana.


Parking de Carritos

Obra de arte que perfectamente podría tener su lugar en la próxima Bienal de Arte Contemporáneo. Su artista alguien anónimo que además de práctico y original tuvo lo que hay que tener para dejar el carrito en una señal de Prohibido Aparcar. Y ahora que lo multen…


Viento

Se veía venir. Las predicciones meteorológicas, las noticias que llegaban de Huelva y un molesto viento que hacía casi imposible transitar al cortejo del Polígono de San Pablo por Luis Montoto. El Lunes Santo pintaba mal.


Lluvia

Y llegó. La lluvia hizo acto de presencia y todo se quedó en nada: tanto el trabajo realizado durante todo el año como el esfuerzo de los hermanos por refugiar a sus titulares lo antes posible, cosa que no pudo lograrse hasta que llegaron a el Salvador. Muchas veces el corazón es mal consejero.


Luz

Con los cirios apagados llegaron los nazarenos de Las Aguas al Postigo. Y con parte de la candelería a oscuras hizo lo propio la Virgen de Guadalupe. Y es que toda precaución era poca con tal de que no se repitiera lo vivido por la mañana con el Polígono y Santa Genoveva.

Ya en la calle Dos de Mayo, con la capilla del Rosario a pocos metros, la hermandad pudo recrearse, deleitar un año más a los asistentes y, por supuesto, se hizo de nuevo la luz en una noche hasta ese momento fría y triste.


Mirada

La agonía del Lunes Santo daba consuelo a la agonía del Cristo de la Expiración, cuya mirada perdida en el cielo cobraba aún más significado si cabe tras las agridulces sensaciones vividas a lo largo de la jornada. La luna parecía tranquilizarle: ya no habría contratiempos en el regreso a la capilla del Museo.